En menos de 24 horas, los reclusos de la seccional 3ª reavivaron su reclamo por mejores condiciones de alojamiento. Armaron un boquete pero la policía logró frenar la revuelta a tiempo. En menos de 24 horas, los reclusos del pabellón no evangélico de la comisaría 3ª protagonizaron un nuevo motín con el mismo reclamo: mejores condiciones habitacionales. Armaron un boquete y quisieron prender fuego a sus colchones, pero los oficiales de guardia lograron detenerlos a tiempo. Algunos de ellos serán trasladados a otras seccionales.
En esta ocasión, de acuerdo a lo que precisó Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo carcelario (CTC), los presidarios hicieron un boquete en el patio de visitas. “Estaban muy alterados”, detalló y señaló que entre las necesidades pedían algunos traslados.
Echegoy indicó que 12 reclusos serán trasladados antes del final de jornada.