De esta manera, cada 10 de noviembre, el territorio argentino recuerda a a quien se familiarizó con la vida rural y las costumbres de aquel personaje tan autóctono de la región: el gaucho.
El compromiso político de este hombre lo llevo a ser diputado provincial y, en 1880, ya como presidente de la Cámara de Diputados, fue un gran defensor del proyecto de federalización, por el cual Buenos Aires pasó a ser la capital del país. En tanto en 1881 fue elegido senador provincial y logró mantenerse en el cargo hasta 1885, un año antes de su muerte, el 21 de octubre de 1886, a los 51 años.
La fecha, por otra parte, se presta para poner las costumbres sobre la mesa: música, comidas, juegos, actividades y muchas otras.
Entre los platos de cultura popular, se encuentra: la humita, la carbonada, el cordero patagónico, el chipá y el clásico choripán.
El mate, el asado, la música folclórica, la doma de caballos, la artesanía a base de plata y metales, el trabajo agrícola y la pintura costumbrista también forman parte de lo que identifica al país.