El infortunado tenía 33 años. Se descompensó mientras era trasladado en un patrullero. Al parecer un médico policial se habría negado a asistirlo.
Por estas horas la fiscal de Homicidios, Ana Laura Gioria, investiga la muerte de un hombre de 33 años, cuyas circunstancias aparecen en principio confusas.
La secuencia se inició en el atardecer del miércoles cuando agentes de la PAT recibieron un aviso de la Central 911 para acudir a Piedras y Matheu (en barrio Guadalupe), por un individuo ocasionando desorden en la vía pública.
Al arribo de los uniformados el sujeto en cuestión comenzó a desnudarse e intentó darse a la fuga, siendo reducido por los policías que le colocaron las esposas reglamentarias.
Minutos después el hombre fue trasladado en un patrullero hasta la división Medicina Legal, pero ni bien llegaron se desvaneció y comenzó a despedir un tipo de fluido espumoso por la boca.
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En ese contexto uno de los oficiales comenzó a realizarle maniobras de RCP mientras otro uniformado subió a pedir asistencia médica, recibiendo respuesta negativa de bajar por parte del profesional.
Al no recibir la colaboración idónea, se informó lo acontecido a la Central 911 y se le solicitó colaboración de móviles para realizar los cortes de calle, procediendo al traslado del hombre al hospital Cullen, mientras se continuaba con las maniobras de reanimación.
Una vez en dicho nosocomio se informó que el hombre se encontraba ya sin signos vitales, motivo por el cual se comunicó todo lo sucedido a la fiscal en turno, quien dispuso la intervención de AIC y de la división Asuntos Internos.
A su vez la funcionaria del MPA ordenó el secuestro del móvil policial y la realización de una autopsia a los efectos de precisar la causa del deceso.