40 años de cárcel para los autores del crimen de las turistas mendocinas
El tribunal culpó a Alberto Mina Ponce y Aurelio Eduardo “El Rojo” Rodríguez por el asesinato de María José Coni y Marina Menegazzo, ocurrido en febrero en la localidad de Montañita, en Ecuador.
La Justicia ecuatoriana condenó a Alberto Mina Ponce y Aurelio Eduardo “El Rojo” Rodríguez al encontrarlos responsables del asesinato de dos jóvenes argentinas en la ciudad balnearia de Montañita. La sentencia acogió el pedido de la fiscal y la defensa de las víctimas de aplicar la pena de 40 años de cárcel.
Los jueces Rosario Franco Jaramillo, Daniel Rodríguez y Kleber Franco llegaron a esa conclusión en un fallo unánime al cabo de 10 jornadas de juicio, por la que desfilaron más de 50 testigos.
Según el enviado del sitio Diario Uno, los magistrados entendieron que la materialidad del doble asesinato está comprobada por las pericias y testimonios. “Hay hechos concordantes y unívocos”, apuntaron. Y agregaron: “El móvil del crimen fue evidentemente sexual”.
En los alegatos, la fiscal María Coloma reclamó: “Es imperante que se aplique el máximo de la pena”. “Hubo un concurso ideal de hechos: las secuestraron, las violaron, las drogaron y las mataron”, sostuvo. También el abogado Hernán Ulloa había solicitado que se los condenara a 40 años.
Antes, las defensas de Mina Ponce y Rodríguez habían requerido que fueran condenados como cómplices del caso, pero no por el doble crimen.
Tras la lectura del fallo, hubo llantos y abrazos entre los familiares de las víctimas. Por el contrario, el entorno de los condenados mostró desconsuelo.
En el proceso se detallaron las escalofriantes circunstancias del caso. La semana pasada, la médica forense Lidia Médano indicó que a Coni la mataron de un golpe en el cráneo y que tenía lesiones en la zona paragenital por un abuso sexual al que ella se resistió. También tenía fracturas en el fémur.
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— infobae (@infobae) August 12, 2016
En cuanto a Menegazzo, tenía seis lesiones punzocortantes en el cuello desde la mandíbula hasta el sector cervical, siendo una de estas heridas la que provocó su muerte porque perforó su columna vertebral y su médula. Pero lo peor para la chica de 21 años vendría después: “Quedó paralizada por un tiempo. No se podía mover pero sí podía ver y escuchar lo que pasaba”, manifestó.
Las declaraciones de los testigos durante los primeros días del juicio habían complicado mucho a los dos imputados. Una declaración clave fue la de José Lugo, perito colombiano que realizó diversos cotejos durante la instrucción del caso. Lugo aseguró que, como conclusión de sus análisis sobre los lugares por los que pasaron las víctimas como de los que estuvieron los imputados, “estas dos personas fueron partícipes de un hecho”.
Otro testigo, identificado como Pedro Rosales, contó ante los jueces Rosario Franco Jaramillo, Daniel Rodríguez y Kleber Franco que el 23 de febrero le prestó un triciclo a Ponce Mina y que éste se lo devolvió horas después, es decir que lo habría tenido entre las 11 y las 14 de ese día, horario en el que otra persona lo vio en un triciclo cargando bultos.
Además un taxista declaró que llevó al “Rojo” y a las dos chicas desde Montañita hasta la casa de Ponce Mina, que éste se sentó adelante y pagó el taxi, y que Majo y Marina se sentaron atrás y no hablaron durante el viaje.
El vigilador Mina Ponce, quien primero se había declarado culpable, luego dijo ser inocente y que se hizo cargo del hecho por presión policial; acusó a dos narcos colombianos de ser los asesinos, pero la Justicia ecuatoriana no creyó su versión y los acusó, junto a Rodríguez, por doble homicidio agravado.
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