A 28 años de la muerte de Carlos Menem Jr: una carta y un nuevo descubrimiento sobre el hecho
En un nuevo aniversario de la muerte del hijo del expresidente, una revelación detalló que no se trató de un accidente y que miembros del Gabinete sabían que iban a matarlo.
La década de los ‘90 en la Argentina dejó varios misterios que hasta la fecha no se han resuelto, como pueden ser los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel. Sin embargo, hay uno que genera aún más dudas en los argentinos y fue la muerte de Carlos Menem Jr, hijo mayor del presidente de ese momento.
El 15 de marzo de 1995, a sus 26 años, el corredor de auto se estrelló en un helicóptero a la altura de la Ruta 9, en la localidad bonaerense de Ramallo. Las autoridades de aquel momento, señalaron que la aeronave se enredó con cables de media tensión que cruzaban el camino y se estrelló.
Desde entonces, han surgido un sinfín de teorías respecto a la muerte y donde muchas hablaban de un ajuste de cuentas con el presidente de ese entonces, Carlos Saúl Menem. La madre del joven, Zulema Yoma, señaló que se trató de un atentado contra el exjefe de estado.
Los representantes de la madre, quien ya estaba separada de Menem, aseguró que el hecho que terminó con la muerte de su hijo estaban en relación con los ataques del grupo Hezbollah. “Menem me dijo que mi hijo tenía un tiro en la frente. Esa es la verdad”, manifestó Zulema Yoma al diario La Nación, apuntando contra un grupo de francotiradores.
En 1997, un peritaje de Gendarmería Nacional determinó que había 18 impactos de proyectiles en la chapa del helicóptero. Sin embargo, el juez Villafuerte Ruzo que tiene la causa de ese el 96, desestimó el informe porque señalaban que no podía determinarse si las balas eran recientes o no. Para 2014, el propio Carlos Menem cambió su discurso y aseguró que se trató de un atentado para contra él organizado por el grupo libanés Hezbollah. Sin embargo, nunca se pudo determinar que esta versión sea cierta.
¿NUEVO DESCUBRIMIENTO?
El periodista Christian Sanz, reveló en su cuenta de Twitter, una carta que le llegó al entonces ministro del Interior, Carlos Corach, donde aseguraba que iban a asesinar al hijo del presidente Menem. Según señaló, se trataba de un aviso a un mes de que ocurrió el hecho.
La carta, con fecha del 16 de febrero de 1995, señala que el porqué del envío “es por el muy posible atentado contra Carlos Menem (J)”. Según indicó en el escrito “está relacionado indirectamente con el atentado a la AMIA” y donde hace referencia al tráfico de armas por el que se acusó a Menem a Croacia, Bosnia y Ecuador, países que estaban en guerra y no se les podía vender.
El escrito detalla que “el atentado se producirá en un vuelo”, aclara que “no importa” la custodia y que “no será un elemento sofisticado”. Además, detalla que después lo harán parecer un accidente “por motivos que le comentaré personalmente”.
La carta está firmada a nombre de ex agente de Inteligencia llamado Mario Aguilar Rizzi, que en esos días purgaba prisión en el Servicio Penitenciario Federal. Aguilar quería era hablar personalmente con Corach a efectos de darle detalles puntuales de su advertencia, pero el funcionario no estaba interesado en que ello ocurriera, ya que consideraba a Aguilar un personaje “poco confiable”.
LA INVESTIGACIÓN Y LAS DUDAS QUE DEJÓ POSTERIORMENTE EL HECHO
El 15 de marzo de aquel año, el helicóptero que llevaba a Carlos Menem Jr cayó y terminó con la vida de él como de un acompañante identificado como Silvio Oltra. Poco antes, sus custodios abandonaron al hijo del expresidente que lo seguían en una camioneta y aseguraban que habían pinchado una goma.
La investigación demostró que la versión de los custodios era falsa, pero no solo eso. En el marco de las averiguaciones, se confirmó la muerte de 15 testigos, todos los que aseguraban que no había sido un accidente sino un atentado contra el hijo del expresidente.
Uno de ellos fue José Luis Mancini, perito de la División Balística y Criminalística de la Gendarmería Nacional. En junio de 1997 dio a conocer públicamente el documento que mostraba las conclusiones a las que habían arribado los técnicos y que aseguraban de manera rotunda que existían perforaciones, deformaciones e irregularidades atribuibles a impactos de proyectiles de armas de fuego en cinco lugares diferentes del helicóptero Bell en el que viajaban Carlos Menem Junior y su amigo Silvio Oltra.
A su vez, el helicóptero, prueba fundamental para la investigación, fue cortado en pedacitos y vendido como chatarra. A pocas horas de haber caído a tierra. O sea, el elemento que llevó a la muerte al hijo de un presidente en ejercicio, fue desguazado por completo.