A dos años de la desaparición de Facundo Astudillo Castro
La madrugada del 30 de abril de 2020, Facundo Astudillo Castro, de 22 años, salió de la casa de un amigo, ubicada en la ciudad bonaerense de Pedro Luro, con destino a Bahía Blanca, para ver a su novia. Por ese entonces, regía el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por la pandemia de coronavirus.
En el camino, se subió a la camioneta de una mujer, que lo dejó en la entrada de Mayor Buratovich. Eran cerca de las 10 de la mañana cuando un grupo de policías lo interceptó. Lo subieron a un patrullero y lo trasladaron hacia la comisaría de esa localidad. Fue la última vez que lo vieron con vida. Su cuerpo sería hallado sin vida cuatro meses después, en un cangrejal en la localidad de General Daniel Cerri.
Organizaciones sociales y de DDHH marchan pidiendo justicia por Facundo Astudillo Castro
Comenzó entonces una investigación que involucra a la Policía Bonaerense y que está signada por amenazas contra Cristina, la mamá de Facundo, y testigos: a mediados de febrero, se llevó a cabo un allanamiento en la comisaría de la localidad de Teniente Origone, el destacamento policial en el que fue visto por última vez el joven, donde hallaron un amuleto que aparentemente le pertenecía a Facundo; el hijo de un testigo de identidad reservada fue amenazado de muerte y él despareció por varias horas. Cuando volvió, dijo que escapaba para proteger a su familia.
En diciembre del año pasado, la Justicia resolvió apartar de la causa a la jueza federal María Gabriela Marrón por falta de imparcialidad. La magistrada había rechazado en reiteradas ocasiones ordenar medidas de investigación contra los policías del partido bonaerense de Villarino.
Desde un principio, Cristina apuntó contra las fuerzas de seguridad. Está convencida de que hay encubrimiento a los responsables. “Esta gente no tiene perdón de Dios, a mí me ha golpeado la vida muy fuerte pero no ha logrado derrumbarme, yo no voy a descansar hasta ver a todos esos infelices detrás de las rejas, porque son muchos, son pocos los que lo mataron, pero son muchos los que lo encubrieron”, dijo.
“Sé que a mi hijo no me lo va a devolver nadie, pero no quiero que a ningún papá le priven de volver a ver a su hijo. Lo nuestro no es venganza, quiero que paguen los asesinos y que esto no vuelva a pasar”, expresó.