A tres años de la cuarentena: cómo se vio afectada la imagen de Alberto Fernández
El mandato de Alberto Fernández estuvo desde el comienzo signado por la gestión de la pandemia.
El jefe de Estado asumió el poder con una agenda marcada en campaña que lejos quedó de la realidad que apenas pocos meses más tarde debió afrontar: el coronavirus alteró el normal funcionamiento del mundo y desató a lo largo y ancho del planeta crisis sanitarias, económicas, y también políticas.
INICIO DE LA CUARENTENA EN ARGENTINA
El 19 de marzo, 15 días después del primer caso de coronavirus en el país, se anunció por cadena nacional el Decreto N° 297/20 que dispuso el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” (ASPO), durante el 20 y el 31 de marzo. Con apenas 97 casos acumulados en ese momento, el objetivo era preparar al sistema de salud para poder contener al virus en el futuro.
Esta primera medida devendría después en largos meses de renovación de decretos. Pasado ese tiempo, la economía empezó a mostrar síntomas claros de malestar y el reclamo se trasladó a las calles.
Alberto Fernández fue operado con éxito por una hernia de disco lumbar
LA ECONOMÍA EN EL PRIMER AÑO DEL MANDATO DE ALBERTO FERNÁNDEZ
Las restricciones sanitarias propuestas por el Gobierno tuvieron un claro impacto en la economía y atravesaron transversalmente a casi todos los sectores.
Por un lado, actividades como la industria y la construcción sufrieron en los primeros meses de la cuarentena un cese casi total, mientras que otras como los comercios debieron adaptarse en primera instancia a la venta online. La gastronomía y el turismo fueron los sectores más golpeados, y aún hoy siguen sin poder realizar sus actividades de forma plena.
La pobreza y la indigencia aumentaron significativamente y hubo una gran pérdida de puestos de trabajo, especialmente en el sector informal.
Otro factor determinante fue la inflación, que avanzó en un promedio de casi un 3% mensual desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández.
COPARTICIPACIÓN CON LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
Hubo dos puntos culmines que terminaron por profundizar las diferencias entre el oficialismo y la oposición después del trabajo conjunto que se había propuesto en la primera parte de la pandemia. Ambos terminaron en la Justicia.
El primero de ellos fue la quita de fondos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires, tras el conflicto con la Policía Bonaerense. Sin notificación previa y tras el reclamo de las fuerzas de seguridad ante la Quinta de Olivos, el presidente emitió un decreto en el que redujo del 3,5% al 2,3% la coparticipación de Ciudad con el objetivo de desviar esos fondos hacia la provincia para que pueda atender las demandas de seguridad.
Ante este anuncio, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, realizó una conferencia de prensa para mostrar su descontento frente a la medida y acudió a la Corte Suprema para declarar la inconstitucionalidad del decreto.
Pero esta no sería la única vez que el gobernador porteño iba a acudir a la Justicia. Más tarde, y ante el aumento de casos por la segunda ola de coronavirus, Alberto Fernández emitió un nuevo DNU en el que decretaba la vuelta de las clases a la virtualidad.
El anuncio fue sorpresivo hasta para su propio gabinete, y casi termina con la renuncia del exministro de Educación, Nicolás Trotta, que horas antes había afirmado públicamente el compromiso de que las clases se mantuvieran de forma presencial.
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CIERRE DE ESCUELAS
Desde marzo de 2020 a abril de 2021, las escuelas permanecieron cerradas en la Argentina. Un estudio ejecutado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), registró que con 322 días (corridos) de cierre, Argentina se ubica entre los países que más tiempo tuvieron cerradas las aulas, desde el comienzo de la pandemia.
“Los datos muestran que un porcentaje significativo de estudiantes se ha ‘perdido’ en el proceso de cierre de escuelas y que las pérdidas de aprendizaje pueden ser graves. Específicamente, es probable que se agraven las brechas educativas entre los grupos vulnerables y otros, lo que generará un mayor abandono escolar y ausentismo”, detalla un informe publicado por la OCDE en el que se analizaron las medidas tomadas por distintos países en respuesta a la pandemia.
Por otro lado, la base de datos de la Unesco ubica a la Argentina dentro de los 18 países que más tiempo mantuvieron cerrados los establecimientos educativos.
VACUNAS Y EL VACUNATORIO VIP
Otro hecho que influyó en el deterioro de la imagen del presidente, fue la demora en la obtención de vacunas por parte de la Argentina. También, el escándalo del vacunatorio VIP, por las vacunas aplicadas en el Ministerio de Salud a personas afines al kirchnerismo que explotó durante la tarde del 18 de febrero de 2021 en los medios.
Esa misma noche, el ministro de Salud que hasta ese momento estaba a cargo de la pandemia, dejó su cargo por expreso pedido de Alberto Fernández. Lo que dejó de manifiesto la renuncia de Ginés González García y su rápida salida fue la necesidad del gobierno de que el escándalo tuviera una cara visible a quien responsabilizar.
CÓMO CAMBIO LA IMAGEN DE ALBERTO FERNÁNDEZ A LO LARGO DE SU MANDATO
La consultora Analogías, llevo a cabo un informe en el que reveló que para noviembre de 2022 la imagen de Alberto Fernández, fue un 61,5% negativa y un 35,8% positiva.
Según los datos, a diciembre de 2021, la imagen positiva de Alberto Fernández era del 46,1% y la negativa del 51,0%.
En contraste, en diciembre de 2020 la imagen de Alberto Fernández era más positiva que negativa, con un 58,7% de imagen positiva y un 39,6% negativa.