No pudo hablar
Abel Pintos rompió en las lágrimas en el programa "PH, Podemos Hablar"
El cantante participó en un conmovedor segmento y se quebró de la emoción. Te lo mostramos aquí.
Abel Pintos fue uno de los invitados de “Podemos Hablar” y la producción lo seleccionó para participar de un nuevo segmento del programa, el más emotivo de todos.
Este sábado, Podemos Hablar volvió a Telefe bajo la conducción de Andy Kusnetzoff y con nuevos segmentos muy emotivos. Abel Pintos fue uno de los invitados de la noche y se emocionó hasta las lágrimas en “Podemos no hablar” porque apareció de sorpresa Jorge, su “hermano de la vida”.
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Inspirado en el ejercicio de la performer Marina Abramović, el cantante fue elegido por la producción para sentarse en una silla y mirar a los ojos a quien se sentara frente suyo. Sea quien sea que apareciera, Abel no podía hablar con esa persona.
Al principio, aparecieron todos los invitados de la velada y luego se sumó una mujer mayor y Jorge, el manager del artista desde hace casi 30 años. El músico no pudo contener sus lágrimas y se quedó mirando al hombre con una gran sonrisa.
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Luego de la experiencia, el conductor se apareció ante los ojos de Abel y le preguntó cuáles habían sido sus sensaciones. “Cada vez que pasó a alguien, me fui metiendo más en la idea del paso del tiempo. Lo que primero que advertí es que tuve que llegar hasta un programa de televisión para pasar tiempo mirando a los ojos a alguien sin decir nada”, expresó muy sereno.
Abel Pintos contó que cuando apareció Jorge, su “hermano de la vida” y “compañero de vida”, se largó a llorar al igual que él porque ambos reconocieron en sus ojos el paso del tiempo. Según el artista, si bien los dos están en permanente comunicación, a veces “no hablan” de cosas que son más importantes que el trabajo.
“Hace unos días estuvimos hablando mucho del paso del tiempo, de como el tiempo nos ha transformado y cómo nos ha parado el tiempo en distintos lugares. Hay que entender que él empezó a trabajar con un niño de 13 años y hoy trabaja con un hombre de casi 40, con dos hijos, casado, con su propia familia, con sus propias responsabilidades y su propia mirada del mundo”.
Para el cantante, el paso del tiempo genera desencuentros naturales propios de las diferentes transformaciones que tienen las personas. “¡Y es duro! Porque uno está al lado de alguien, espalda con espalda, durante muchos años y de repente a lo mejor cambiar la posición aunque sigas estando cerca. Es duro, te falta una parte. Y aunque lo necesites, te va a faltar una parte”, reconoció.
Al final, Abel y Jorge entendieron que aunque se “desencuentren”, lo importante es que se aman mucho. “Lo necesito abrazar con urgencia”, exclamó el cantante, pero Andy le dijo que tenía que esperar a que terminara el programa porque aún seguía dentro del ejercicio.