Agredió, amenazó a su pareja y luego culpó a “San La Muerte”
El agresor ingresó borracho a su casa, le pegó a su concubina y la amenazó de muerte con un cuchillo. La nena de tres años de la familia también resultó agredida. Ocurrió en Santiago del Estero. El hombre terminó detenido.
Un albañil de 35 años volvió borracho a su casa de Santiago del Estero y agredió a su pareja porque ella no quería tener sexo con él. Además, la amenazó de muerte con un cuchillo y cuando su hija de tres años salió en defensa de su madre, también la golpeó. El agresor terminó detenido por la Policía y declaró que su accionar tuvo que ver con un tatuaje de San La Muerte.
El hecho de violencia de género se registró el lunes a la madrugada en un domicilio del barrio Los Telefónicos la capital provicial. La damnificada es una joven de 23 años y el denunciando, un albañil de 38. Ambos conviven desde hace siete años y tienen dos hijos, de 5 y 3 años.
De acuerdo con el relato que efectuó la mujer ante la Policía, ella descansaba junto a los pequeños en la misma habitación, pero en diferentes camas, cuando llegó su pareja. El acusado se sentó en la cama de la joven y comenzó a exigirle que tuvieran relaciones sexuales, pero ella se negó. El denunciado se tornó agresivo y extrajo un cuchillo, colando la hoja en el cuello de la mujer y amenazándola de muerte.
La damnificada siguió negándose y lo desafió a que la matara, por lo que el acusado la tomó del pelo y la arrojó al piso, se colocó sobre ella y continuó forcejeando tratando de lograr su cometido, pero en ese momento se despertaron llorado los niños.
El albañil se puso de pie y levantó de los pelos a la joven, la arrojó en la cama hasta que en un momento desistió y se dirigió a la cocina, donde tomó un vaso de vino. La damnificada calmó a sus hijos y los recostó nuevamente.
Minutos más tarde, el acusado regresó y le dijo que todo había sido culpa de un tatuaje de San La Muerte que tenía en su brazo. Sin embargo, quiso otra vez mantener relaciones, pero la joven siguió negándose y se excusó en que sus hijos estaban despiertos.
El acusado volvió a insistir asegurando que los niños estaban dormidos, y fue en ese momento que su hija menor de 3 años dijo en voz alta que ella estaba despierta y le pidió a su papá que dejara de golpear a su madre.
Lejos de hacer caso al pedido de la niña, el denunciado comenzó a propinarle golpes de puño a la mujer en la cabeza y en el rostro, por lo que la mujer terminó de rodillas, mientras seguía recibiendo agresiones.
Ante esa situación, la pequeña saltó sobre la espalda de su papá para tratar de defender a su mamá, pero el hombre se la quitó de encima y la arrojó sobre la cama. Luego, siempre según la denuncia, hizo lo propio con la joven, hasta que ella se repuso, logró sacarlo del dormitorio a empujones y cerró con llave.
El ruido alertó a vecinos de la pareja, quienes llamaron a la Policía. Minutos después, llegaron los efectivos y redujeron al agresor.
La fiscal de turno, Cecilia Gómez Castañeda, solicitó una orden de detención en contra del albañil, medida a la que la jueza de Género, Norma Morán hizo lugar y se concretó de inmediato.