Alarmante situación en el sur de Santa Fe: cuáles son las causas de la mortandad de peces
La histórica sequía en la región y las temperaturas extremas generaron esta grave situación. Para este año se prevé la llegada del Niño, que traería lluvias. Mientras tanto, el tradicional balneario de la localidad del departamento General López, sufre las consecuencias de los caprichos climáticos.
Juan Manuel Speerli
Es sabido que el año arrancó con calor, mucho calor. También se sabe que cada vez que llovió -agua tan necesaria para el sector productivo y por lo tanto para la región en general-, los milímetros no alcanzaron a atenuar las graves consecuencias de la sequía. Pero lo impactante, que se conoció en todo el país, dada la repercusión que tuvieron las imágenes, fue la mortandad de miles de peces en la laguna “Virginia L. de Díaz” de la ciudad de Villa Cañás, en el departamento General López de la provincia de Santa Fe.
Fue el propio intendente de esa ciudad, Norberto “Tito” Gizzi, quien dio cuenta de la alarmante situación: “La parte más profunda de la laguna debe tener 30 centímetros. Los peces mueren por la evaporación del agua y por la falta de lluvia, se consume todo el oxígeno que hay”. Cabe mencionar que, en condiciones normales, el balneario cañaseño -ubicado a 5 kilómetros de la zona urbana- suele tener hasta dos metros de profundidad máxima.
Ahora bien, las consecuencias están a la vista y las causas también. Pero, ¿Cómo se puede explicar este fenómeno? “La tasa de evaporación es mucho más alta porque en verano la incidencia del sol es más intensa y la masa del aire es más seca”, argumenta Fernando Caffa, estudiante cañaseño de la licenciatura en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional de La Plata.
La falta de lluvias
Según Caffa, el comportamiento de las lluvias durante todo el 2022 tuvo una primera etapa con abundantes precipitaciones, pero luego, desde el invierno, que es la estación más seca del año, los números bajaron considerablemente. Tal como se puede apreciar a simple vista en el gráfico de barras que acompaña este artículo, la línea verde es la línea control que correspondería a la media normal y se puede observar cómo en los primeros tres meses del año hubo un patrón excepcional que, si se desglosa, “fueron pocos días de lluvia, pero mucho acumulado”.
“En abril se detienen las precipitaciones, inclusive muy por debajo de la media correspondiente a la estación seca del año”, continúa. Y acá es donde se agrava la situación: “En primavera-verano, o sea cuando empieza a subir la media para la nueva temporada de lluvias, los niveles estuvieron debajo de lo normal”. Otro de los factores que menciona Caffa es el comportamiento de la humedad, ya que su bajo porcentaje, además de favorecer al déficit de lluvias, ayuda a que las temperaturas se disparen hacia los extremos.
“Antes no era normal llegar a los 38 grados tan fácilmente y en 2022 lo superamos. Si tenemos en cuenta la temporada de verano 2021-22, en enero tuvimos una ola de calor con cinco días consecutivos de 41 grados”, sostuvo.
“La humedad es poco conductora de la temperatura. Con aire húmedo, la temperatura tiene tendencia a estancarse, y no irse a los extremos, es decir, no tener ni mínimas bajas ni máximas tan altas; esa es la famosa sensación térmica por efecto de la humedad”, agregó. Por último, el aficionado a la meteorología y climatología reveló que el aire tropical no llega, ya que se está estacionando en el sur de Brasil y en Paraguay, lo que explica las temperaturas tan altas.
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Cómo será este 2023
Si bien los análisis son cautelosos y nadie puede aventurar pronósticos tan extendidos, los estudios indican que “desde otoño de este año, el fenómeno de la Niña se detendría para que se normalicen los valores de lluvias y cambien las temperaturas. “De todas maneras, esto se produciría en el período más seco del año. Después de tres años consecutivos de Niña -sequía y precipitaciones por debajo de los valores normales-, se prevé la llegada de un nuevo Niño en primavera-verano”, argumenta.
Gran preocupación
El intendente Gizzi indicó que “mientras no llueva en la zona centro del país -Córdoba, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe- y descargue como mínimo 80 milímetros, no se va a recuperar la Cuenca Las Encadenadas”. La misma incluye a la laguna de Villa Cañás, que hoy sufre la sequía.
Asimismo, el mandatario mostró su preocupación por el sector productivo: “Necesitamos de la actividad agropecuaria, no solo Villa Cañás, sino todo el departamento General López; el trigo prácticamente se ha perdido y ahora estamos con la cosecha gruesa. Las consecuencias económicas las vamos a padecer en los próximos meses”.
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Balneario sin explotar
Luego de que en 2011 se produjera este tipo de fenómeno similar, en el verano de 2012, durante la primera gestión de gobierno del actual intendente Gizzi, el municipio aprovechó para limpiar la laguna y trabajar en la mejora de la infraestructura del balneario, algo que a la temporada siguiente tuvo sus frutos. Turistas del sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires colmaron este espacio natural los fines de semanas durante varios años, hasta que llegó la Niña y empezó a afectar la actividad.
Sin agua, no hay deportes náuticos, por lo tanto, decaen las atracciones. Es por eso que la situación actual atacó duro a este sector productivo cañaseño que supo ser furor en toda la región.
Mientras el calor no da tregua, la poca agua existente va perdiendo su fluidez. Con ello, la pérdida de miles de especies -carpas y moncholos- y una laguna que ve cómo se aleja la atracción que supo regalar.