Alberto Fernández almuerza con referentes de la CGT
Los gremialistas quieren que el actual gerente general de la Superintendencia de Servicios de Salud quede a cargo del organismo para evitar el avance del kirchnerismo en el área.
La muerte del Superintendente de Servicios de Salud Eugenio Zanarini generó una pulseada para determinar quién quedará a cargo de un organismo clave para los sindicatos, ya que tiene a su cargo el manejo de los millonarios fondos de las obras sociales. Con este panorama de fondo el presidente Alberto Fernández almuerza en la residencia de Olivos con la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT), que le reclamará que David Aruachan quede a cargo de la estratégica SSS. El médico fue titular de la obra social de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y es la apuesta de los gremios para evitar el avance del kirchnerismo en la institución.
Los popes sindicales están en alerta ante la posible vuelta al organismo de Liliana Korenfeld, que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner y que actualmente está a cargo de la obra social del Congreso. El vínculo de Korenfeld con los gremios fue tenso, e incluyó denuncias penales del jefe de Camioneros, Hugo Moyano, por presuntas irregularidades de la exfuncionaria durante el paso de ella en la SSS.
Asistirán al encuentro Antonio Caló (UOM), Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Comercio) y Jorge Sola (Seguros). Los jefes gremiales están en alerta por los problemas de financiamiento de las obras sociales y temen por el futuro de un grupo de ellas que atraviesan por una situación de tormenta económica, con un millonario déficit que aumenta mes a mes.
La preocupación de la CGT por la reforma del sistema de salud que anunció Cristina Kirchner
No solo los preocupa este panorama sino también el posible avance del kirchnerismo duro en las obras sociales con la potencial vuelta de Korenfeld a cargo de la Superintendencia. Uno de los mayores temores de los gremios es que el Gobierno finalmente avance con una reforma del sistema de salud, propuesta que hizo la Vicepresidenta al hablar de la necesidad de impulsar “una integración de lo público y lo privado para optimizar recursos”.
Las claves del proyecto pasarían por integrar los sistemas para optimizar el financiamiento, la reducción de las obras sociales y cambios impositivos para el sector. A partir de esta reforma el sistema público podría usar infraestructura del privado y viceversa, para bajar los costos.
Ante estas versiones a principios de años la CGT advirtió sobre el estado de las obras sociales, que representan la mayor caja de los gremios. La central sindical expresó en un comunicado que la pandemia demostró “la solidez y el nivel de cobertura de uno de los sistemas de salud más solidarios del mundo y también la necesidad de dotarlo de suficientes fondos para garantizar la salud del conjunto”.
Alertaron que la pandemia “multiplicó de manera exponencial los costos de atención en los centros médicos propios y los gastos de contratación de clínicas y sanatorios privados”. Explicaron además que los ingresos de las obras sociales “mermaron año tras año a medida que se producía el deterioro del poder de compra de los salarios”.