Alberto Fernández llegó a Chile para reunirse con Sebastián Piñera
Llegó pasadas las 12 a una visita de Estado de dos días, donde tendrá una exigente agenda política, comercial y cultural, buscando integrar a América Latina como región.
“Lo que más me importa es volver a integrar a América latina como región. Los años de (Donald) Trump nos dividieron. No importa la ideología de los gobiernos, lo que importa es la conveniencia de estar unidos frente al desafío regional. La división en la pandemia demuestra el efecto del problema que significa la división. El problema de América latina es ese, no Venezuela. Por eso me he decidido a volver a tejer vínculos entre nuestros países, no podemos seguir así, todos divididos y sin discutir un destino común”.
Quien escucha al Presidente es alguien convencido de que Fernández hace varios meses viene trabajando en un nuevo posicionamiento. Es lo que le permitió sacar del hielo la relación con Uruguay (en un asado que realizó el propio Luis Lacalle Pou en la quinta Anchorena), el vínculo con Chile (visita de Estado que tuvo que posponerse porque Sebastián Piñera y su esposa debieron aislarse por haber mantenido contacto estrecho con personas con COVID-19) y también con Brasil (el fin de semana estuvo en Buenos Aires el secretario de Asuntos Estratégicos de Jair Bolsonaro).
Fernández arribó pasadas las 12 al aeropuerto de Pudahuel. Se prevé que coloque una ofrenda floral ante el Monumento a Bernardo de O’Higgins, en el Paseo Bulnes, y luego ante el cercano Monumento al General San Martín, dos actividades coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores trasandino.
Piñera lo recibirá a Fernández en el óvalo de la Plaza de la Constitución que está frente al Palacio de La Moneda. La ceremonia de bienvenida se concretará en el pórtico de la sede del gobierno chileno, donde se concretará la reunión entre ambos, con la presencia de los dos cancilleres.
El mandatario trasandino será acompañado por la primera dama, Cecilia Morel, los ministros de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, de Interior, Ricardo Delgado, de Salud, Enrique Paris, y de Defensa, Cristián de la Maza, además del embajador de Chile en la Argentina, Nicolás Mockenberg. La posterior firma de acuerdos y la declaración conjunto a la prensa se transmitirán en vivo, y a las 14.30 se realizará el almuerzo.
Una hora después, el Presidente argentino visitará el despacho de Salvador Allende acompañado por la senadora María Isabel Allende Bussi, hija del ex presidente que se suicidó para evitar que los militares lo capturaran cuando Augusto Pinochet dio el golpe en 1973.
Ambos presidentes saludarán a los gobernadores argentinos que viajaron a Santiago de Chile, una iniciativa que generó ruidos con el gobernador mendocino Rodolfo Suárez, que no fue invitado. “Los gobernadores que van lo hacen por cuestiones específicas de pasos fronterizos, por ejemplo, y le pidieron a Alberto (Fernández) acompañarlo en una agenda paralela. El de Mendoza se acordó ayer que quería viajar y tampoco lo hizo formalmente”, aseguró un funcionario que forma parte de la delegación que acompaña al Presidente.
Por la tarde, en el edificio del ex congreso chileno (el actual funciona en Valparaíso) tendrá audiencia con los líderes parlamentarios presidenta del Senado, Adriana Muñoz, y el presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen. Más tarde, en Tribunales, se reunirá con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Silva. A las 18, en la residencia del embajador argentino, habrá reunión con artistas e intelectuales chilenos.
El miércoles será otro día exigente. Arrancará a las 9 con un desayuno de trabajo con el ex presidente Ricardo Lagos en la Fundación Democracia y Desarrollo, y a las 10.30 estará ya en la CEPAL para reunirse con la secretaria ejecutiva de la entidad, la mexicana Alicia Bárcenas, desde dará una conferencia magistral que también será transmitida en vivo.
Ya al mediodía, en la residencia argentina, mantendrá el almuerzo de trabajo con empresarios chilenos que se extenderá con una videoconferencia en la que participarán inversionistas, un encuentro organizado por el Comité Empresarial Binacional. Concluida esa actividad, está previsto el regreso a Buenos Aires. Seguramente, antes realizará una primera evaluación informal de la visita con el embajador argentino Rafael Bielsa, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el canciller Felipe Solá, y los ministros Ginés González García y Agustín Rossi, que lo están acompañando en la visita.
Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia, Juan Pablo Biondi, secretario de Comunicación y Prensa y vocero presidencial, Cecilia Nicolini, asesora del Presidente en materia de salud, también forman parte de la delegación argentina, junto a la Primera Dama, Fabiola Yañez, que tendrá compromisos propios organizados por su par chilena.
Cerca del Presidente reconocen que la agenda internacional se transformó en los últimos tiempos en una prioridad, a la que dedica mucho tiempo. Busca alcanzar rápidamente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, recuperar la credibilidad de la economía y normalizar las variables económicas. No tiene mucho tiempo, por eso quisiera tener unos meses más, suspendiendo las PASO.
“Entre el Alberto Fernández del Grupo Puebla y amigo de Marco-Enriquez Ominami y el que viaja hoy a Chile no solo hay un Presidente con un año de experiencia de gestión en un momento dramático de la historia mundial, sino la decisión de encontrar un camino propio para salir del intríngulis del Frente de Todos por arriba, con un posicionamiento que permita generar credibilidad en los acreedores externos que le den tiempo a la Argentina a crecer: para eso, se necesita un diálogo constructivo con nuestros vecinos”. Lo comentó temprano un amigo que aseguró que el Presidente hoy estaba particularmente optimista y de buen humor.