Alerta en Santa Fe por brotes de triquinosis en Córdoba y Buenos Aires
En localidades de Buenos Aires y Córdoba hay brotes. La enfermedad se produce por comer carne de cerdo de establecimientos no autorizados
La Sociedad Argentina de Infectología lanzó el alerta: hay brotes de triquinosis en localidades de Buenos Aires y Córdoba y es fundamental tomar medidas de prevención para evitar nuevos casos de esta enfermedad, que puede ser grave y que se produce principalmente por comer carne de cerdo y otros animales silvestres (jabalí, por ejemplo) de establecimientos no autorizados.
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En Santa Fe, en los últimos meses se registraron 11 casos, muchos de ellos en Rosario y sus alrededores.
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La triquinosis viene en alza en los últimos años, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, con un pico entre los años 2013 y 2015.
Santa Fe es zona endémica. Por eso los equipos de salud que trabajan en epidemiología, bromatología y áreas afines reciben capacitación permanente para poder prevenir, diagnosticar a tiempo y tratar la enfermedad.
También para educar a los criadores en las medidas que deben tomar para que no se produzcan enfermedades a causa de sus productos.
Susana Dueñas, a cargo del Instituto del Alimento de Rosario, mencionó que por ser zona de riesgo “siempre tenemos que tener ciertos cuidados” en relación a la triquinosis.
“Los casos reportados, de los que tuvimos conocimiento y en los que hemos actuado se fueron manejando pero se trata de una zoonosis (enfermedad que se transmite del animal al humano) que puede ser realmente grave”, dijo la especialista.
Un dato importante: desde que el parásito que la produce ingresa al organismo hasta que aparecen los síntomas pueden pasar hasta 20 días.
Por eso, muchas personas que comienzan a sentirse mal no registran necesariamente que el motivo del malestar son los chorizos, bondiolas, jamón o cortes de cerdo que comieron hace más de una semana.
¿A quiénes afecta?
La triquinosis es una zoonosis parasitaria que se produce por parásitos nematodos del género Trichinella spp. El ciclo parasitario es similar en humanos y animales. El tipo de carne más que la genera con mayor frecuencia es la carne porcina “pero puede ser también de jabalí, puma u otros animales silvestres”, explicó Dueñas.
La experta comentó que se han registrado casos de rosarinos que van a cazar jabalíes y que luego ingieren esa carne y han sufrido triquinosis.
La enfermedad puede darse en todas las edades y en todos los sectores socioeconómicos pero es más común en personas más vulnerables (física y económicamente) ya que suelen alimentarse con productos que adquieren en establecimientos clandestinos.
“Tampoco es raro que alguien vaya al campo de paseo y le ofrezcan salazones, embutidos, chacinados que no tienen el rotulado correspondiente y por lo tanto se desconoce el origen. Ahí se está corriendo un riesgo”, puntualizó.
Y agregó que hoy se pusieron de moda muchos lugares que ofrecen picadas a domicilio y “de muchos de ellos no se conoce con qué tipo de productos trabajan ni en qué condiciones”.
“No hay que comer chorizos de puestos ambulantes que no tienen la correspondiente habilitación para funcionar. Y siempre tiene que estar el alimento bien cocido, a más de 70 grados”.
Atención a los síntomas
“La triquinosis no suele pasar desapercibida. La persona comienza a sentir malestar general, se le hinchan los párpados, hay mucho dolor muscular. Se puede sumar fiebre, dolor de panza, náuseas, vómitos y diarrea. Suele ser un cuadro por el que se consulta sí o sí al médico”, mencionó Dueñas.
Con un análisis de sangre y una buena evaluación clínica se puede determinar si se trata de triquinosis.
“La infección se produce el comer carne cruda o mal cocida de cerdo, generalmente. En zonas periféricas, incluso en Rosario, se crían cerdos que no están registrados y por lo tanto no cuentan con inspección de Senasa”, señaló la especialista.
“En esos sitios no habilitados puede ser que los animales estén infectados porque viven entre la basura, comen restos de comida, no se higieniza en forma correcta la zona, hay roedores”, agregó.
“La recomendación fundamental –dijo Dueñas– es que no se consuman productos de los que desconocemos la procedencia y si uno va a comer un cerdo que se lo trajeron de regalo de una faena casera o tiene dudas de su procedencia pueden traer la muestra al Instituto del Alimento donde hacemos el análisis para descartar que tenga la triquina. Eso tarda 24 horas y entonces ya podés consumirlo con tranquilidad”.
El Instituto trabaja en este tema a la par de Epidemiología y otras áreas de control porque una vez que se diagnostica desde el punto de vista médico al paciente, se intenta dar con el alimento consumido para analizarlo y a partir de ahí se hace un rastreo para dar con el criadero clandestino.
“Este problema se combate con la educación, dándole al ciudadano herramientas para que sepa que no puede consumir algo que no tiene el rótulo. Es simple: sin rótulo no lo compro”.