Argentina se posiciona como un líder aeroespacial latinoamericano
El Saocom 1B, lanzado desde Estados Unidos el 30 de agosto, dispone de un repertorio de funciones como evaluar la humedad del suelo, dar soporte a emergencias climáticas, brindar datos sobre el mejor momento para la siembra, detectar crecidas en cursos de agua, el desplazamiento de suelos, actividad volcánica, el estado de bosques, glaciares y humedales, o detectar incendios y la pesca ilegal en el Mar Argentino.
Los satélites Saocom 1A y 1B “son únicos en el mundo por su sensibilidad radiométrica y porque forman parte del Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge), junto a cuatro de la Constelación Italiana COSMO-SkyMed, de la Agencia Espacial Italiana (ASI)”, remarcó Laura Frulla, gerenta de Observación de la Tierra de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
“La evaluación de la misión Saocom es altamente positiva porque permitió el desarrollo argentino en tecnología de radares, un gran crecimiento en la planificación y ejecución de este tipo de proyectos y un gran aprendizaje en la articulación de aportes de las distintas instituciones y empresas intervinientes”, agregó.
Frulla consideró que “para la Conae fue la misión más compleja que hayamos desarrollado y nos posicionó al nivel de las agencias espaciales más importantes del mundo”.
Salvarezza, por su parte, aseveró en diálogo con Télam, que este satélite “tiene una sola semejanza en el mundo y es uno de Japón, que también opera un radar en banda L”.
El Saocom 1-B pesa 3 toneladas y el despliegue del radar es de 35 metros cuadrados de antenas y paneles solares que lo alimentan para su energía.
Respecto a la aplicación de las funciones del satélite, el ministro explicó que la Conae está realizando acuerdos de trabajo con los ministerios de Ambiente, Defensa, Seguridad y Agricultura para que utilicen toda la información provista a nivel nacional, y con algunas reparticiones provinciales.
Las imágenes del Saocom permiten, por ejemplo, “monitorear el avance de las zonas agrícolas sobre bosques, el control de fronteras y la depredación en las aguas argentinas. También estamos trabajando con AySA porque las imágenes determinan niveles de humedad y detectan filtraciones de agua como pérdidas en cañerías o identificar zonas anegadas para proceder a su reparación”.
Desde el ajuste de su puesta en órbita, ya se lograron vender imágenes satelitales a otros países por unos cien mil dólares, como una fuente adicional de ingreso de divisas.
Para el presidente Alberto Fernández, el lanzamiento del satélite Saocom 1B permitirá “crecer como país y como sociedad”.
Al dirigirse por videoconferencia, desde Olivos, a los científicos responsables del lanzamiento, recordó que “la riqueza de las sociedades está dada en el desarrollo de la educación, el conocimiento, la ciencia y tecnología”.
En la misma línea opinó Raúl Kulichevsky, director ejecutivo de la Conae.
“La misión Saocom ha sido la más desafiante, desde el punto de vista tecnológico, del sector espacial argentino. Y prueba de esto es que la Agencia Espacial Europea acaba de firmar un contrato para el desarrollo de un satélite en banda L similar al Saocom”, señaló.
Este sanjuanino, hijo de inmigrantes, dijo a Télam que “es un orgullo tener los dos satélites Saocom en vuelo y funcionando perfectamente”, y agregó que ya están “pensando en la segunda generación Saocom. Empezamos a trabajar en cómo los vamos a mejorar y en las distintas líneas de Sabia-Mar. El 2021 y los años siguientes serán de muchísimo trabajo y logros para la Conae y el país”, concluyó.
El Sabia-Mar (Satélite Argentino Brasileño para Información del Mar) es un programa de cooperación entre la Conae, la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, concebido como una misión de observación de la Tierra con aplicaciones prioritarias en el estudio del mar y las costas.
“Argentina es el líder latinoamericano en materia espacial. Ahora estamos trabajando en el Sabia-Mar y uno meteorológico latinoamericano en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La idea es que lo construya Argentina para Latinoamérica”, afirmó Salvarezza.
Josefina Pérez, subgerenta de Proyectos Satelitales de la Conae, coincidió en que “el proyecto Saocom es uno de los hitos tecnológicos más desafiantes alcanzado porque es un desarrollo, construcción, puesta en marcha y operación completamente nacional de la que participaron unos 900 científicos y científicas y más de 80 empresas de base tecnológica local que lograron un conocimiento que excede a estos satélites”.
El impacto de este desarrollo aeroespacial argentino se ve reflejado, por ejemplo, en la Agencia Espacial Europea, que anunció el inicio de un proyecto con características similares al Saocom para ser lanzado en el 2028. Y la NASA, junto con India, también tienen un proyecto para construir un satélite con banda L, tecnología que Argentina ya dispone.