Nueva York
Así es la bóveda de oro más grande del mundo: ¿quiénes son sus dueños y dónde está?
Oculta a más de 25 metros bajo tierra, este lugar opera con protocolos extremos de seguridad. Cada lingote está perfectamente registrado y solo puede moverse bajo estricta supervisión.
Bajo tierra, en pleno Manhattan, se encuentra la bóveda de oro más grande y segura del planeta. Alberga más de 6.000 toneladas de oro pertenecientes a gobiernos y bancos centrales de todo el mundo. Su nivel de seguridad y precisión la convierte en un pilar de la confianza económica global.
La bóveda de oro más grande del mundo: un símbolo de estabilidad internacional
En el subsuelo de Manhattan, a 25 metros de profundidad y sobre el lecho rocoso, se esconde una de las estructuras más imponentes del sistema financiero global: la bóveda de oro de la Reserva Federal de Nueva York. Con más de 500.000 lingotes, que suman alrededor de 6.331 toneladas métricas, esta bóveda es considerada la más grande y segura del mundo.
No es oro estadounidense: ¿de quién es realmente?
Contrario a lo que muchos imaginan, el oro no pertenece a Estados Unidos. La Reserva Federal solo lo custodia en nombre de gobiernos extranjeros, bancos centrales y organismos internacionales. Empresas privadas o individuos no pueden almacenar oro allí. Esta separación refuerza la reputación de la institución como una entidad neutral y confiable.
Seguridad extrema y protocolos infalibles
Construida entre 1921 y 1924, esta bóveda está equipada con una puerta de acero macizo de 90 toneladas, que encaja en una estructura aún más robusta de concreto y acero. El acceso está completamente restringido: se requieren al menos tres personas (dos empleados y un auditor) para mover un solo lingote.
Cada pieza está registrada individualmente, y cuando un país retira su oro, recibe exactamente el mismo lingote que depositó, lo que garantiza un control absoluto y transparencia total.
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La historia detrás del oro y su rol global
Durante la Segunda Guerra Mundial, numerosos países trasladaron sus reservas a esta bóveda como medida de protección. En 1973, alcanzó su punto máximo con más de 12.000 toneladas almacenadas. Aunque esa cifra ha disminuido, sigue siendo el mayor depósito de oro del mundo.
Hoy, la Reserva Federal no cobra por almacenar el oro, pero sí aplica tarifas por su traslado. Este sistema ha mantenido el interés de las naciones por conservar allí sus reservas estratégicas.
Más que oro: confianza y estabilidad
La bóveda de oro de Nueva York representa mucho más que un tesoro físico. Es un símbolo de seguridad económica, estabilidad internacional y confianza entre países. Su existencia es clave para respaldar operaciones financieras de alto nivel y garantizar acuerdos entre naciones en tiempos de incertidumbre.