Australia vacunará a refugiados e indocumentados contra el coronavirus
Australia vacunará gratis contra el coronavirus a refugiados, solicitantes de asilo, indocumentados y extranjeros con visados temporales, además de sus ciudadanos, anunció este jueves el ministro de Salud, Greg Hunt.
El plan de las autoridades australianas es inmunizar de forma voluntaria a toda la población para octubre de este año.
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“Tenemos que asegurarnos que todas las personas que están en suelo australiano estén seguras” contra el virus, dijo Hunt en una conferencia de prensa en Camberra, junto al primer ministro, Scott Morrison, al anunciar el compromiso de compra de otras 10 millones de dosis de la vacuna fabricada por Pfizer.
El país oceánico, que está entre los diez mejores países que han gestionado la pandemia de coronavirus, ha adquirido en total 150 millones de dosis de vacunas de Pfizer, AstraZeneca y Novavax para inocular a sus más de 25 millones de habitantes a partir de finales de mes.
Australia acumula desde el inicio de la pandemia más de 28.800 casos de COVID-19, incluyendo 909 muertos, y afronta pequeños rebrotes en las ciudades de Perth y Melbourne, donde sendos trabajadores de hoteles de cuarentena dieron esta semana positivo a las pruebas para detectar el coronavirus.
Desde el viernes pasado, Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia, decidió flexibilizar las restricciones y comenzar a permitir reuniones al aire libre de hasta 50 personas y de 30, incluyendo menores, en espacios cerrados, entre otras medidas. Así lo anunció su jefa de Gobierno, Gladys Berejiklian, quien argumentó la medida dado que en ese momento llevaban diez días sin contagios locales en todo el país.
Sin embargo, el uso de las mascarillas faciales sigue siendo obligatorio en el transporte público y otros espacios en los que es difícil mantener la distancia interpersonal “para proteger a los más vulnerables y para reconocer que en ciertos lugares cerrados se está en mayor riesgo”, explicó Berejiklian a un grupo periodistas en Sídney.
Las fronteras internacionales en Australia se mantienen cerradas desde marzo pasado y continuarán clausuradas probablemente hasta finales de año, aunque la mayoría de la población esté vacunada.
Esto ha llevado a las autoridades a plantearse la potencial creación de una burbuja de viajes con otros países del Pacífico si los asesores médicos están de acuerdo.
“Si los países del Pacífico son capaces de demostrar que están en el nivel de riesgo más bajo -y lo están haciendo extraordinariamente bien- y somos capaces de poner las protecciones adecuadas, entonces bien podríamos expandir esa burbuja”, afirmó el ministro Hunt.
Actualmente, Australia solo tiene un acuerdo de viajes que permite, desde octubre pasado, a los habitantes de Nueva Zelanda entrar libremente, aunque a su regreso deben someterse a una cuarentena obligatoria de 14 días.