Avanza el programa Integrar Yapeyú
Priorizar las obras cruciales para cuatro barrios de la ciudad, de eso se trata el programa Integrar Yapeyú. En ese sentido, avanzan a buen ritmo las obras que incluyen provisión de agua, desagües, asfalto, cordón cuneta, iluminación y recuperación del bulevar 12 de Octubre, entre otras, que mejorarán la calidad de vida de 2.300 familias.
Los trabajos que apuntan a la integración social y urbana en los barrios Yapeyú, San Agustín, La Ranita y Loyola Norte, cuentan con un presupuesto aproximado de 380 millones de pesos. “Al verlo desde afuera no se comprende lo que significa una obra de esta naturaleza”, indicó el intendente Emilio Jatón durante una recorrida por La Ranita. “Llevó un largo proceso y mucha gestión para conseguir fondos internacionales y de la Nación. El proceso tardó un año y hoy estamos muy contentos porque iniciaron las obras”, añadió.
El mandatario detalló que en estos momentos se concretan los tendidos de agua potable, “después vendrá la pavimentación y los desagües, pero ya se colocaron las columnas con iluminación led. Es un sueño y lo empezamos a cumplir”.
“En estos barrios, la presencia del Estado ha sido nula. Entonces, el hecho de estar acá nos produce mucho orgullo”, indicó el intendente, y añadió: “Les estamos dando dignidad, porque van a tener agua, iluminación, asfalto. Este es un proceso de un año más de trabajo, pero el hecho de que hayamos empezado, de que las máquinas estén trabajando, se vean los caños y las luces, ya es un buen comienzo”, concluyó Jatón.
Obras integrales
Las tareas comenzaron hace tres semanas. En Loyola Norte ya finalizó el tendido de la red de agua potable, que actualmente avanza en La Ranita, sobre calle Larrechea. Una vez que finalice esa fase, se realizarán las pruebas hidráulicas correspondientes y, posteriormente, las conexiones domiciliarias.
La obra consiste en la ejecución de la red de abastecimiento de agua potable para 30 manzanas de los barrios Loyola Norte y La Ranita, con una longitud de 6.700 metros de cañería y alrededor de 750 conexiones domiciliarias con llave de paso y una canilla de servicio dentro de cada lote.
Cabe destacar que esta obra es posible gracias a la ejecución del Acueducto Santa Marta, proyectado para proveer a los barrios ubicados en el extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe. La misma consiste en el tendido de una cañería desde Camino Viejo a Esperanza hasta la intersección de las calles Hugo Wast y Reinares. Tendrá una extensión de 2.367 metros y en su recorrido se prevé realizar a futuro, cuando se concreten otras obras complementarias; los empalmes sobre cañerías primarias existentes que mejorarán la presión en barrios aledaños.
En cuanto a la red de distribución, las obras se realizarán en el área delimitada por las siguientes calles: Teniente Loza al norte, Vuelta de Obligado al oeste, Hugo Wast al sur y Gobernador Menchaca al este.
Se espera que en mayo comiencen las obras de desagües pluviales, la red vial y el saneamiento domiciliario. Los trabajos integrales mejorarán la conectividad de los 4 barrios al ejecutarse la red vial en calle Chubut, como así también la conexión con la calle Fray de Oro para el ingreso de las líneas de colectivos que vinculan los establecimientos educativos.
Cabe señalar que el conjunto de obras es financiado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), a través del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, y cuenta con el aval del Gobierno provincial. En tanto, el proyecto ejecutivo, la búsqueda del financiamiento y la licitación fueron realizados por la Municipalidad de Santa Fe, a través de la Agencia Santa Fe Hábitat.
Esos fondos permitirán llevar adelante un conjunto de trabajos que priorizan la expansión de la red de agua potable, obras de desagües, trabajos viales –pavimento, cordón cuneta y mejorado granular-, alumbrado público y otras tareas tendientes a llevar servicios básicos a los vecinos y vecinas de la zona.
Cambio de vida
Los habitantes de los barrios involucrados saben con exactitud cómo las obras en marcha modificarán la vida cotidiana. Romina Monseñor indicó que los trabajos “significan un montón para nosotros, va a mejorar mucho el estilo de vida, tanto para nosotros como para los chicos. Significa mucho que se acuerden de nosotros”.
“A este barrio no entró nunca nadie”, afirmó Romina, y añadió: “No se animan a entrar, ahora van a poder entrar los patrulleros, las ambulancias; desde que yo vivo acá nunca vi que entre una ambulancia. Va a cambiar un montón la vida para todo el barrio”.
Por otro lado, Juan Alberto Hilbe indicó que al ver las máquinas trabajando “me siento agradecido y contento. Al ser un barrio marginado no nos dan tanta importancia pero ahora la vida cotidiana va a cambiar mucho: ahora, las calles son intransitables y no tenemos agua potable, pero estos trabajos nos van a cambiar la vida completamente”.
Para dimensionar lo que implica la falta de agua potable, Juan Alberto contó que “el que puede compra bidones y si no, algún vecino que tiene bomba nos reparte el agua en baldes; pero estas obras van a cambiar todo eso. El agua es esencial, es todo, teniendo eso tenés todo. Y las luces que pusieron ya hicieron que el barrio cambie totalmente; esto era tierra de nadie y ahora La Ranita avanza a full”, concluyó Juan Alberto.
En tanto, Elvira Almada se mostró “muy contenta por todos los trabajos que van a hacer en el barrio. Esperamos mucho tiempo por esto. Acá cuando llueve se llena de agua y los chicos no pueden salir a jugar pero esperemos que eso se termine. Estamos muy contentas y agradecidas por todo lo que se va a hacer por el barrio”, concluyó.