Avellaneda: llegaban a su casa, delincuentes armados los emboscaron y les robaron el auto

El sábado alrededor de las 21, Miguel y Maricel estacionaron el Chevrolet Onix a metros de su domicilio sobre la calle Lincoln, en la localidad de Wilde. Iban a permanecer unos minutos, el tiempo necesario para retirar unas cosas y volver a salir, pero los planes se desbarataron por el accionar de jóvenes criminales.

Los delincuentes, al menos cuatro, estaban a bordo de un auto que sería robado y que no tenía patente, y a 50 metros de distancia observaron la llegada de la pareja. Con paciencia aguardaron a que Miguel y Maricel desciendan con el perro de la familia y fue en ese momento cuando se dispusieron para atacar.

Tres de los violentos se acercaron a la carrera y se abalanzaron sobre las víctimas pistola en mano. Con las caras descubiertas les apoyaron los cañones de las armas en la cabeza y de manera brutal las despojaron de las pertenencias.

"Uno de ellos tenía intención de dispararle a Miguel, el cómplice lo detuvo", aseguró Maricel. "Dejalo que te dio todo", le ordenó el delincuente.

Los sujetos les arrebataron los teléfonos celulares, la documentación y las billeteras con poco dinero en efectivo. A continuación dos de los malvivientes abordaron el auto del matrimonio y junto a los cómplices que aguardaron en el primer auto robado, escaparon en sentido al Acceso Sudeste.

"En el auto teníamos documentación importante para el trabajo de mi esposo que se desempeña como oficial de Justicia en los Tribunales de Lanús y Avellaneda. El sufre de diabetes y también le sacaron el aparato con el que se controla la glucemia", destacó la mujer.

El accionar policial

A continuación la pareja se acercó a la Comisaría 5ta. de Avellaneda, ubicada a pocas cuadras sobre la misma calle Lincoln, donde comenzó a transitar un nuevo calvario.

"Permanecimos tres horas, antes que nosotros varias víctimas denunciaron diferentes robos que sufrieron por esas horas", señaló Maricel. "Realizamos el trámite pero regresamos al otro día cuando comprendimos que habíamos dejado como números de contacto los de los teléfonos que nos habían robado", agregó la mujer.

Una semana después Miguel pasó por la UFI que entiende en la causa y se encontró con una dramática sorpresa: la fiscalía aún no tenía la denuncia que debía investigar.

"Averiguamos y a más tardar el martes debían tener la denuncia en su poder, pero habían pasado seis días sin que la policía cumpla con la obligación legal", señaló Maricel. "Con esta novedad nos acercamos a la oficina de Asistencia a la Víctima y ahora nos manejamos directo con la Fiscalía. Allí aportamos todos los videos que colectamos para que puedan identificar a los ladrones", agregó la mujer.

Maricel, luego de este violento suceso, recurrió a la asistencia de una psicóloga que la ayude a superar la traumática situación.