Azerbaiyán ataca territorio de Armenia y se agrava el conflicto
Azerbaiyán anunció hoy haber atacado lugares de lanzamiento de misiles en territorio armenio, un paso que tira por la borda el alto el fuego negociado por Rusia que entraba en vigor el sábado y que hace temer una escalada aún mayor del conflicto en torno a la región separatista de Nagorno Karabaj.
El Ejército azerbaiyano anunció que había bombardeado “sistemas de lanzamiento de misiles” desplegados en la noche en territorio armenio y que, según dijo, servían para atacar a Azerbaiyán, informó la agencia de noticias AFP.
La portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Shushan Stepanian, confirmó los ataques contra su territorio, pero negó cualquier intento de atacar zonas civiles en Azerbaiyán.
Tras estos últimos ataques, el cese al fuego que exigen tanto Moscú como los países occidentales cae al vacío por quinto día consecutivo.
Las autoridades de Nagorno Karabaj acusan a Azerbaiyán de tomar como blanco a los civiles desde el inicio de los combates el 27 de septiembre, sobre todo en Stepanakert, la ciudad más importante del enclave, donde viven unas 50.000 personas.
Nagorno Karabaj, un territorio conformado por más 140.000 habitantes, de los cuales el 99% es armenio, se escindió de Azerbaiyán poco antes de la caída de la Unión Soviética, provocando una guerra que causó 30.000 muertos y centenares de miles de refugiados de ambos campos en 1990.
Desde entonces, Azerbaiyán acusa a Armenia de ocupar su territorio y los enfrentamientos armados son regulares. Pero las hostilidades que se desataron a fines de septiembre de este año son las más graves desde 1994.
Después de casi 30 años de estancamiento diplomático, el presidente azerbaiyano, Ilham Alyev, juró recuperar el control de este territorio, inclusive por la fuerza si fuese necesario.
Tanto armenios como azerbaiyanos se acusan mutuamente de la responsabilidad de estas nuevas hostilidades que ya causaron más de 600 muertos, según informes parciales, ya que Azerbaiyán no comunica las muertes entre sus tropas.
Turquía, que respalda a Azerbaiyán, y Rusia, que está comprometida en una alianza militar con Armenia, son los árbitros del conflicto.
Turquía consideró ayer que era “hora de encontrar un nuevo mecanismo” para resolver la cuestión de Nagorno Karabaj.
Tales conversaciones darían cuenta de la impotencia del Grupo de Minsk, mediador histórico del conflicto, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos.
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov anunció hoy en una entrevista a los medios de comunicación nacionales que Moscú está dispuesto a desplegar “observadores militares” a lo largo de la línea del frente para ayudar a garantizar la tregua.