Barranquitas Oeste: se mudaron las 29 familias a sus casas propias
La inversión total fue de $ 10 millones para dotar de los servicios básicos a los monoblocks I y II. El 6 de diciembre los adjudicatarios recibieron las llaves pero esas unidades eran inhabitables. “Ustedes no saben lo que esperé este día; tenía una presión enorme. Hoy la gente puede vivir aquí, quedarse en su casa; es un gran día”, dijo Jatón.
Un total de 29 familias se terminaron de mudar este jueves a las viviendas del barrio Barranquitas Oeste, luego de que la actual gestión municipal invirtiera alrededor de 10 millones de pesos para dotar a los monoblocks de los servicios esenciales como luz, agua y tratamiento de líquidos cloacales. Esta fue una de las obras prioritarias al asumir el intendente Emilio Jatón el pasado 12 de diciembre.
“Ustedes no saben lo que esperé este día. Era una presión enorme que uno tenía por lo que había pasado: viviendas entregadas sin luz, sin agua; y con una esperanza enorme de la gente de vivir en su propia casa. Entonces para mí era una presión muy grande y a diario preguntaba cómo iban las obras”, remarcó el intendente, al acompañar a las familias que tomaron posesión de sus viviendas.
Cabe recordar que esos adjudicatarios habían recibido las llaves de sus casas el 6 de diciembre de 2019, en el marco de un acto encabezado por el ex intendente José Corral, pero que nunca pudieron habitarlas porque las mismas no contaban con servicios básicos.
Jatón dijo que en este tiempo, “hubo principios de usurpación, se robaron termotanques, mesadas, elementos de las viviendas; por momentos, parecía que bajábamos los brazos, pero no, había que seguir”. Y agregó: “Por eso, hoy es un gran día, porque la gente puede vivir aquí y quedarse en su casa”.
La mudanza se llevó a cabo desde ayer, por turnos de cuatro familias (dos por bloque) ya que cada uno de ellos tiene dos ingresos. De esta manera, se respetaron las medidas de distanciamiento exigidas por el aislamiento social obligatorio. Cada vez que finalizaba el traslado de una familia, se desinfectaba todo el lugar, antes de que comenzara la mudanza siguiente.
Paola Pallero, que dirige la Agencia de Habitat municipal, señaló que “es una alegría muy grande que estas familias puedan acceder por fin a sus hogares. Cuando hablamos de garantizar una vivienda digna ya no hablamos solamente de los aspectos edilicios sino que nos referimos al derecho al acceso justo a un hábitat de calidad”. Y añadió que “estamos convencidos de que las intervenciones deben realizarse de manera integral, poniendo como centro al vecino”.
Cumplir sueños
“Se cumplió un sueño. La alegría que tenemos todas las familias de tener nuestro propio hogar, gracias al intendente Emilio Jatón que no nos soltó la mano. Se puso al hombro todas las cosas que faltaban a los edificios, como cloacas, luz, los servicios esenciales para vivir dignamente. Vamos a estar eternamente agradecidos yo y las otras 28 familias”, dijo Patricia Villanueva, una de las vecinas que hoy sí pudo estrenar la llave de su vivienda.
“Hoy me siento feliz. Tropezamos cuando nos dieron la llave, y hoy nuestro intendente nos dió la alegría de poder abrir la puerta y ya quedarnos en nuestra casa. Y como dice Emilio: ‘a quedarse en su casa’. Yo, hoy, me quedo en mi casa”, dijo Patricia.
Otra de las flamantes propietarias, Mariana Gómez, indicó: “Estoy feliz, me gusta la casa. Ayer me pude terminar de mudar, ya pasé la noche acá, estoy con mis hijos, muy contenta y emocionada porque estuve esperando mucho tiempo esto. Ahora a disfrutarla”.
Importante inversión
La mayor inversión de la Municipalidad de Santa Fe para poner en condiciones los monoblocks tuvo que ver con la provisión del servicio eléctrico a las viviendas de los monoblocks I y II. De los $ 10 millones que demandó toda la puesta a punto, alrededor de $ 7 millones se destinaron a las obras que incluyeron la construcción de una subestación transformadora, el tendido de red eléctrica, la colocación de un nuevo tablero de derivación y reparaciones generales. A comienzos de febrero se firmó el convenio con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) para la construcción de la subestación, obra que fue costeada por el municipio en su totalidad.
Residuos cloacales
Asimismo, se instaló una planta de tratamiento de efluentes cloacales, que vinieron a suplantar el sistema de biodigestores que no sólo no era el adecuado para volcar en el reservorio sino que fueron instalados de forma inadecuada, provocando el hundimiento de los mismos y dejándolos inutilizables. Por eso, el municipio licitó la compra de una estación modular de tratamiento completo de residuos cloacales, que tiene como descarga final la red de desagües pluviales, previo tratamiento de los mismos.
También se llevaron adelante tareas complementarias, con las cooperativas de trabajo, para readaptar las instalaciones: fue necesario el retiro completo de seis tanques biodigestores hundidos, así como de las cámaras de inspección, también el tendido de caños de desagües, readecuación de pendientes y de tableros eléctricos. Toda esta inversión en materia de residuos cloacales insumieron un total $ 1,6 millones.
Agua, rejas y carpinterías
El resto de la inversión se destinó a la provisión de agua a las viviendas que se resolvió mediante un sistema presurizado que contempla una electrobomba y tres tanques de bombeo de 2500 litros. Fue necesaria la colocación de rejas de protección en el área.
Las obras se completan con la dotación a las viviendas de elementos de seguridad como rejas en las ventanas, principalmente de las más cercanas al terraplén. También se reemplazan carpinterías de la fachada sur del bloque I, que presentaban roturas de vidrios producidas por hechos vandálicos.