Bogotá declaró alerta roja por el aumento de casos de COVID-19
La capital colombiana declaró este domingo la alerta roja y adoptó nuevas medidas contra la tercera ola de la pandemia.
Las nuevas medidas fueron anunciadas en una rueda de prensa por la alcaldesa de la ciudad, Claudia López, quien aseguró que la capital colombiana tiene “el mayor nivel de transmisión” del virus desde el inicio de la pandemia y una “capacidad hospitalaria muy limitada”.
“De acuerdo a los indicadores, ya no solamente tenemos alerta roja hospitalaria sino que tenemos alerta roja general en toda la ciudad. Estamos en el máximo nivel de riesgo en todas las localidades de Bogotá, tanto por alta transmisión comunitaria como por limitada capacidad de atención “, dijo López.
Colombia tuvo hoy, por segundo día consecutivo, un nuevo récord de muertes al registrar 465 decesos, de los cuales la mayor cantidad fue reportada en las principales ciudades del país, incluida Bogotá.
La capital colombiana es el foco principal de la pandemia en Colombia y totaliza 766.778 contagios y 15.269 muertes.
Nuevas restricciones de circulación
Por el aumento de las cifras de contagios y fallecimientos en Bogotá, que hoy sumó 73 muertes y 3.523 casos, la Alcaldía autorizó nuevas restricciones que permitan aliviar la carga en las redes hospitalarias y responder a la alta demanda de camas UCI.
A partir de este lunes todos los establecimientos de comercio esencial y no esencial deberán cerrar a las siete de la noche, en la ciudad continúa el toque de queda diario desde las ocho de la noche hasta las cuatro de la mañana y se suspendió hasta el próximo 9 de mayo el retorno gradual de las clases presenciales.
“Para que las calles estén vacías y todos estemos en casa (cuando se inicie el toque de queda), todo establecimiento público o privado debe estar cerrado a las siete de la noche”, dijo la alcaldesa.
En la capital permanece el esquema 4×3, que autoriza cuatro días de jornadas laborales presenciales durante la semana y tres días de cuarentena obligatoria (viernes, sábado y domingo).
Además, las autoridades decidieron mantener el “pico y cédula”, una medida para controlar la circulación de personas según el último dígito de su documento de identidad, y la ley seca durante las dos semanas siguientes.
“Todavía nos esperan dos semanas muy difíciles”, advirtió López al agregar que “este está siendo un pico muy agresivo (…) con muy alta afectación”.