Bolsonaro cuestionó el uso del barbijo dentro de los automóviles por una insólita razón
El presidente brasileño aseguró que la utilización de mascarillas reduciría la oxigenación en el cerebro y afirmó que no se necesita ser médico para darse cuenta.
En una nueva ofensiva contra las medidas que buscan contener la disparada de casos de coronavirus en Brasil, Jair Bolsonaro cuestionó este jueves el uso obligatorio del barbijo dentro de los automóviles porque, según afirmó, puede causar accidentes de tránsito.
El presidente brasileño, que suele minimizar la gravedad de la pandemia y llama a desobedecer las restricciones, dijo que utilizar mascarillas en un vehículo cerrado reduciría la oxigenación en el cerebro por un supuesto exceso de dióxido de carbono (CO2) en el ambiente.
“¿Hay algún médico aquí? ¿El CO2 no provoca tener sueño? ¿No ayuda a tener sueño?”, preguntó el jefe de Estado en su tradicional transmisión vía redes sociales de los jueves.
Y añadió: “Porque en el auto cerrado, él (conductor) con la mascarilla, respirando allí, o sea, va a tener una oxigenación menor en su cuerpo. No necesitas ser médico para decir esto. Y eso puede llevar a un accidente”.
Las críticas presidenciales al uso del barbijo en los vehículos fueron dirigidas a la campaña de prevención ideada por la gobernación paulista en carreteras del Estado con carteles que aluden a la obligatoriedad de la mascarilla.
Bolsonaro se topó con esos paneles luminosos durante una marcha que encabezó el sábado pasado, con miles de motoqueros simpatizantes de su Gobierno. El presidente brasileño suele participar frecuentemente en estos eventos en los que no se respetan las más elementales medidas de prevención requeridas por las autoridades para mitigar los efectos de la pandemia.
Una batalla constante
La pandemia de COVID-19 causó ya más de 17,6 millones de casos y 493.367 muertes en Brasil desde su comienzo en marco del 2020.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria, Bolsonaro minimizó la peligrosidad del coronavirus y llegó a vetar en 2020 el uso obligatorio de mascarilla en comercios, escuelas y templos religiosos. Sin embargo, el Congreso derogó poco después ese veto.
El mandatario también fustigó la imposición de restricciones a la movilidad adoptadas por las autoridades locales para reducir la incidencia del SARS-CoV-2, que sigue fuera de control en el país.
Incluso recurrió a la Corte Suprema para intentar suspender las medidas restrictivas impuestas a nivel estadual, como el toque de queda nocturno que rigió en varias ciudades como San Pablo y Río de Janeiro, aunque ninguno de sus recursos ha prosperado.
Brasil es el país de Latinoamérica más castigado por la pandemia y el segundo del mundo con más muertes, después de Estados Unidos. Además, es el tercero con más contagios del virus, por detrás de ese país y la India.