Fatalidad
Buenos Aires: dos choques frontales dejan cinco muertos en rutas provinciales
Las víctimas son dos adolescentes, un productor agropecuario, un bombero y una policía retirada.
En menos de un día, cinco personas perdieron la vida en dos accidentes frontales ocurridos en rutas de la provincia de Buenos Aires, entre las víctimas se encuentra una pareja de adolescentes. Otros dos jóvenes sobrevivieron y fueron internados, aunque están fuera de peligro.
El primer accidente ocurrió el sábado por la noche, cuando Rodrigo Gutiérrez, de 17 años, y Sofía Basso, de 16, viajaban en moto por la ruta provincial 65, cerca de la entrada a Daireaux. La pareja de Henderson chocó de frente contra una Toyota Hilux conducida por Marcelo Javier Boro, de 54 años, productor agropecuario. El impacto fue fatal para los adolescentes, y el propio Boro, tras volcar su vehículo, fue trasladado al Hospital Municipal de Daireaux donde falleció horas más tarde debido a la gravedad de sus heridas.
El domingo, la Escuela Técnica N°1 de Henderson, donde Sofía estudiaba, publicó un mensaje de despedida: “Con gran dolor y profundo pesar lamentamos su fallecimiento. Acompañamos a la familia en tan duro momento”. La comunidad de Henderson sigue conmovida por la pérdida.
Horas antes, cerca del amanecer del sábado, Javier Alejandro Báez, bombero voluntario de González Moreno de 38 años, y su esposa, Mónica Silvia Del Conte, exoficial de la Policía bonaerense, circulaban en un Renault Duster sobre la ruta nacional 5. A la altura del kilómetro 395, entre Francisco Madero y Juan José Paso, su vehículo colisionó frontalmente con una Toyota Hilux en la que viajaban Joaquín Cumba y Franco Ortega, ambos de 22 años. Tras el impacto, ambas camionetas volcaron e incendiaron; solo los jóvenes lograron escapar y fueron hospitalizados en Pehuajó.
Puede interesarte
La Asociación de Bomberos Voluntarios de González Moreno expresó sus condolencias por la muerte de Báez y Del Conte, cuya hija Danna también es bombera en el cuartel local. La comunidad, de apenas 2.000 habitantes, se unió en un emotivo velorio en el cuartel de bomberos.
Ambos siniestros reavivaron los reclamos de los vecinos para mejorar las condiciones de las rutas. Las carreteras de estas zonas rurales suelen estar deterioradas, con baches y falta de iluminación, lo que las convierte en un riesgo constante, especialmente para conductores desprevenidos.