Carlitos Balá cumple 97 años
El extraordinario capo cómico recibió en 2018 su carnet honorario. Y el club inauguró un mural en su honor en el estadio de San Martín.
Carlitos Balá, el cómico de las frases inolvidables y los chistes inocentes, que alegró las vidas de los televidentes durante décadas, cumple 97 años. También es el que hizo famoso en sus shows al club de sus amores, Chacarita Juniors, pese a que recién conoció la cancha a los 94 años.
Carlos Salim Balaá nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio porteño de Chacarita. Mustafá, su padre libanés, y Juana Boglich, su madre hija de croatas, preferían otra profesión para su hijo. Finalmente apoyaron su vocación artística, pero no querían saber nada del cambio de nombre. Incluso Carlitos ganó un concurso cómico en la radio con el seudónimo de “Carlos Valdéz”, pero aunque su padre lo estaba escuchando, no lo reconoció.
Carlitos Balá arrancó las primeras risas en los colectivos de la línea 19, cerca de la casa donde se crió, en la calle Olleros de la Capital Federal. Del transporte público saltó a la radio y El teatro en los años 50, para llegar enseguida a la televisión y el cine. En Radio El Mundo logró reconocimiento como parte del trío cómico con Jorge Marchesini y Alberto Locati, presentados por el locutor Antonio Carrizo.
Su primer gran éxito fue obra teatral “Canuto Cañete, conscripto del siete”, en 1963, que fue transformada en una película que se estrenó en los cines ese mismo año. Allí, aunque tenía 38 años, interpretaba a un soldado consentido en su casa, que se enfrentaba a los rigores de la vida militar y del bravísimo sargento Gómez que hacía Romualdo Quiroga.
Así fue como llegó a su propio show en la tele. Primero fue “Balamicina”, en canal 9 en 1963. Al año siguiente pasó a canal 13 y empezó un largo ciclo de programas familiares con mucha audiencia, como “El soldado Balá” y “El flequillo de Balá”, entre muchos otros.
Pero sin dudas fue en “El show de Carlitos Balá” donde se ganó de manera definitiva el corazón de grandes y chicos. Allí, mientras los pequeños dejaban sus chupetes en el “Chupetómetro”, hizo famosas frases que todavía usamos: “Mirá cómo tiemblo”, “Mamá, cuando nos vamo’?, “Más rápido que un bombero”, “Un kilo y dos pancitos”, “¿Qué gusto tiene la sal” y muchas otras que pasan de generación en generación.
Paralelamente hizo 18 películas, siempre con humor sano y apto para toda la familia. Por ejemplo, “Canuto Cañete y los 40 ladrones”, “Dos locos en el aire”, “Brigada en acción”, “El tío Disparate”, “Las locuras del profesor”, “La carpa del amor” y “¡Qué linda es mi familia!”, entre otras que se siguen repitiendo en la televisión.
Carlitos Balá en la cancha de Chacarita
Aunque Carlitos Balá siempre aprovechaba para hablar del club de su amores en todos sus programas de televisión, ya tenía más de 90 años y nunca había ido a la cancha en San Martín. Por eso, la Comisión Directiva del club quiso agradecerle y siguiendo la idea del socio fanático Pablo Picarelli, organizó una celebración en su honor, el 28 de noviembre de 2018.
En primer lugar, se descubrió un hermoso mural pintado por Jorge Pagliano con los colores rojo, blanco y negro de Chacarita Juniors. El capocómico dice “¿Qué gusto tiene la sal?” en un muro lateral del estadio e invita a que todos se hagan socios. Además, le entregaron con mucho orgullo su carnet de socio honorario.
“Chacarita es mi barrio y mi club, es decir que es mi vida -dijo Carlitos en el homenaje-. Mis orígenes están ahí, como lo están mi infancia, mi adolescencia y mi juventud. Gracias a los que hicieron este maravilloso mural y gracias para la gente del club. Estoy muy emocionado porque me hicieron recordar lo que significa Chacarita para mí.”
El cómico siguió trabajando durante mucho tiempo más. En el living de su casa tenía el “Chupetómetro”, donde los chicos que lo visitaban seguían dejando el chupete, hasta que lo donó al programa “Justo a tiempo”, conducido por Julián Weich. También acompañó al payaso Piñón Fijo en su circo y a la conductora “Panam” Franco en su show.
Carlitos Balá visitó al Papa Francisco en el Vaticano en 2016 y fue designado “Embajador de la Paz” por la Red Voz por la Paz en Roma. También había sido declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires en 2009 y recibió el Premio Martín Fierro en reconocimiento a su trayectoria en 2011. Todo homenaje, por lo que ha representado para miles de chicos, es más que merecido.