Cayó en Italia “El Ovni”, uno de los criminales más buscados del mundo
El albanés Ilir Paja fue condenado a 24 años y 4 meses de prisión por distintos homicidios. Es conocido por sus inverosímiles fugas de película de varias cárceles
Las autoridades italianas anunciaron este sábado la detención en Tirana de un peligroso prófugo albanés, Ilir Paja, autor de varios homicidios y conocido por sus fugas, que le valieron el apodo de “UFO” (Ovni, en español), porque desaparecía imprevistamente.
Paja, albanés de 49 años, está condenado en Italia a 24 años y 4 meses de prisión por varios homicidios -además de otros perpetrados en Alemania- y era considerado uno de los criminales más buscados en el ámbito internacional, según un comunicado de la Policía italiana.
No en vano la operación que ha permitido su arresto fue bautizada como “Dangerous” (peligroso, en español) y ha requerido la colaboración de las policías tanto de Italia como de Albania.
En la operación colaboraron el Scip (Servicio de Cooperación Policial Internacional) y la Dirección Central de la Policía Judicial del Departamento de Seguridad Pública, que trabajaron sobre la base de una orden del Mando Provincial de los Carabinieri de Milán.
El criminal albanés ha sido detenido mientras arreglaba su barba en una barbería de Tirana, que en los últimos días había sido puesta bajo estricta vigilancia por las autoridades al saber que no faltaba nunca al ritual del afeitado, se lee en la nota.
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En Italia es conocido por sus fugas rocambolescas de varias cárceles, hasta el punto de que el criminal había recibido el apodo de “Ufo”, como los misteriosos platillos volantes, dado que era capaz de desaparecer sin dejar huella.
Así ocurrió la última vez que se lo vio, en 2007, cuando logró salir de la ambulancia en la que estaba siendo trasladado a otra penitenciaría.
Entonces, Paja hizo que el vehículo se detuviera en un área de servicio simulando un colapso y cuando el guardia se acercó lo tumbó a cabezazos, logró desatarse de la camilla, abrir la puerta de la ambulancia y escapar por los bosques de la zona.
Esto a pesar de que corría descalzo y con un brazo fracturado, según recuerda la policía.
Los investigadores lo consideran prácticamente un psicópata y capaz de todo tipo de violencias.
En este sentido, también quedó demostrada la crueldad que ejercía con las prostitutas romanas que dominaba en su red de proxenetismo y a las que obligaba a someterse a su puntería con las armas de fuego, disparándolas “por diversión”, señalan las autoridades.
