Choque de trenes en Grecia: al menos 36 muertos y más de 100 personas heridas
Un convoy de pasajeros colisiona con uno de mercancías en la ruta entre Atenas y Salónica. Los dos ferrocarriles viajaban por la misma vía, cerca de la ciudad de Larisa, así que las primeras pesquisas apuntan al error humano
Al menos 36 personas han muerto y 130 han resultado heridas al chocar dos trenes cerca de la ciudad griega de Larisa, en el centro del país. El accidente se produjo cuando Ps, según ha indicado el servicio de bomberos de Grecia. 66 personas permanecen hospitalizadas, seis de ellas en unidades de cuidados intensivos. Según los informes preliminares, el tren de pasajeros se había desviado a un carril equivocado, por donde circulaba el tren comercial. La Policía y el Ejército se han movilizado para ayudar en las tareas de rescate. Entre los dos trenes, según la empresa ferrocarril Hellenic Train, viajaban 346 pasajeros y 20 tripulantes.
Los trenes chocaron poco antes de la medianoche (once de la noche, hora peninsular española) cerca de Larisa, junto a Tempe, una pequeña localidad situada en un valle donde se encuentra un túnel ferroviario, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas. El convoy de pasajeros cubría la ruta Atenas-Salónica, mientras que el tren de mercancías, que probablemente transportaba chapas metálicas, cubría la ruta Salónica-Atenas.
“Hasta el momento se han recuperado 32 cuerpos”, declaró a primera hora Vasilis Vathrakogianis, portavoz del Servicio de Bomberos, según la emisora griega ERT. Unas horas después, el balance, aún provisional, sumó cuatro nuevas víctimas mortales. Los bomberos estiman que entre los restos del tercer vagón de pasajeros, donde han recuperado los últimos cuerpos sin vida, hay aún varios cadáveres.
Según la prensa local, el jefe de estación y el representante de la empresa fueron interrogados por la policía, mientras que la Fiscalía ha emitido una orden para que se investiguen las causas del siniestro.
Un reportero enviado al lugar del accidente habló en una emisora de escenas “apocalípticas”. Debido a la gravedad de la colisión, restos de los dos trenes han salido despedidos a una gran distancia. La emisora SKAI ha mostrado imágenes de vagones descarrilados, gravemente dañados, con ventanas rotas y espesas columnas de humo, así como escombros esparcidos al otro lado de la carretera.
La colisión provocó que varios vagones descarrilaran. “Los vagones uno y dos no existen. Debido a la gravedad de la colisión, fueron expulsados”, ha declarado a ERT el gobernador regional de Tesalia, Kostas Agorastos, detallando que entre los heridos hay personas con quemaduras y con mutilaciones. Agorastos ha informado además de que los dos trenes se encontraban en la misma vía en el momento de la colisión. Por su parte, el alcalde de Tempo, Giorgos Manoli, ha asegurado que en los tres primeros vagones se han registrado temperaturas de 1.200 a 1.500 grados centígrados.
Tras el impacto de los dos convoyes, se declaró un incendio en varios de los vagones. “Escuchamos un big bang, [fueron] 10 segundos de pesadilla”, ha explicado a la agencia Reuters Stergios Minenis, un pasajero de 28 años que saltó para ponerse a salvo de los escombros. “Estábamos dando vueltas en el vagón hasta que caímos de lado… Entonces hubo pánico, cables [por todos lados], fuego, el fuego fue inmediato, como nos dábamos la vuelta, nos quemaban, el fuego era a diestra y siniestra”. Miembros del Gobierno griego se han trasladado hacia el lugar de los hechos y hacia los centros sanitarios en los que fueron ingresados los heridos, el Hospital Universitario de la ciudad de Larisa y el hospital de la ciudad de Katerinis.
Entre los heridos hay varios menores de edad. Según la prensa local, todo indica que los trenes —ambos operados por Hellenic Train— iban a gran velocidad en el momento del impacto, por lo que los respectivos conductores y otros miembros de las tripulaciones murieron en el accidente. Unas 250 personas que sobrevivieron al choque y resultaron ilesas o con heridas leves fueron trasladadas en autobuses hacia Tesalónica, situada a 130 kilómetros al norte del lugar del accidente.
“El proceso de evacuación está en curso y se está llevando a cabo en condiciones muy difíciles debido a la gravedad de la colisión”, ha explicado en las últimas horas un portavoz del Servicio de Bomberos. Según la agencia de prensa ANA, el fuego quedó controlado durante la noche por los bomberos que estiman que, además de “decenas de heridos, varias personas fueron encontradas inconscientes y muertas”. Lazos, un pasajero interrogado por el periódico Protothema, declaró: “Hemos vivido algo muy impactante”. “No estoy herido, pero estoy manchado de sangre de otras personas que estaban heridas a mi lado”, dijo.
El presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, ha denunciado en la televisión privada de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país. “Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo”, ha señalado. Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, ha recalcado Geridunias.
En 1972, 19 personas murieron cuando dos trenes chocaron de frente fuera de Larisa. El envejecido sistema ferroviario de Grecia necesita modernizarse. Muchos trenes viajan aún por vías únicas y todavía quedan sistemas automáticos de control y señalización por instalar en muchas áreas. Grecia vendió el operador ferroviario Hellenic Train a la italiana Ferrovie dello Stato Italiane en 2017 como parte de su programa de rescate internacional con la intención de que se inviertan cientos de millones de euros en infraestructura ferroviaria en los próximos años. Según la web de la empresa italiana es el principal proveedor del transporte ferroviario de pasajeros y carga en Grecia, con 342 rutas al día.