Combustibles: se espera un nuevo aumento
Es porque este miércoles el Gobierno subió los precios del bioetanol y del biodiesel, que definen el valor de las naftas.
Mediante dos Resoluciones, 5/2020 y 4/2020, el gobierno, a través de la Secretaría de Energía, estableció nuevos valores para la tonelada de Bioetanol y Biodiesel, tras un año sin modificaciones.
En ambos casos, se trata de una suba del 10 por ciento ($ 32789 y $ 48533), medida que preanuncia –junto con el ajuste de los impuestos del próximo viernes- una inminente alza en los surtidores.
Según establece el Decreto 783/2020, para el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (IDC), “los ajustes correspondientes al primer trimestre del año 2020, surtirán efectos para la nafta y el gasoil, desde el 16 de octubre de 2020, inclusive, suspendiéndose toda otra actualización hasta el 1° de diciembre de 2020”.
De acuerdo a lo expresado por el economista Cristian Bergmann al sitio “Surtidores”, esto implica que los impuestos tendrán una actualización del 7,8 por ciento a partir del próximo viernes, ocasión en la que las empresas petroleras deberán decidir si, con el argumento de la necesidad de actualizar los gravámenes, trasladan al surtidor nuevos aumentos de costos.
Se señaló ante una consulta de este diario que por estos números el impacto de la suba de impuestos, en caso de trasladarse en un 100 por ciento a las pizarras, implicará un ajuste de $ 1,11 para las naftas y de $ 0.73 para el gasoil.
Para los cálculos del analista, la actualización trimestral de los tributos correspondientes al segundo trimestre, que fuera pospuesta hasta el 1° de diciembre, alcanzará el 5,2 por ciento.
Hasta el momento los combustibles aumentaron dos veces este año, luego de que, en agosto, quedara sin efecto el congelamiento en los valores dispuestos por la actual gestión y que constó de nueve meses.
Así, las petroleras aplicaron una suba promedio de 4,5 por ciento, primero, y de 3,5 en la segunda ocasión, en septiembre.
En este contexto, Bergmann comentó que los ajustes de precios no mejoraron de manera sustancial la situación económica-financiera de las estaciones de servicio, no obstante, el análisis de otros expertos refiere un retraso del 15 por ciento desde que comenzara el congelamiento de los precios en surtidor.
Mirando el surtidor
En ambas resoluciones conocidas este miércoles, se reconoce que la actualización de los precios “traerían como consecuencia aumentos en el precio de las naftas en el surtidor que agravarían aún más la situación. De modo que resulta necesario fraccionar las citadas actualizaciones a fin de morigerar su impacto en el contexto macroeconómico actual y en pos de preservar los derechos que asisten a consumidores y usuarios de bienes y servicios”, se explicó.
“En tal sentido, corresponde también incorporar alternativas que permitan contemplar el potencial impacto que pudiera generar la variación del tipo de cambio y/o la volatilidad de los precios de algunos insumos que componen la estructura de costos de elaboración del bioetanol y del biodiesel, en los plazos de pago de dicho producto por parte de las empresas encargadas de llevar a cabo las mezclas con las naftas de uso automotor”, se añadió.
No obstante, en el artículo 3 de ambas resoluciones se aclaró que el plazo de pago del bioetanol y del biodiesel “no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”.
En este contexto aumenta la presión para un posible aumento del precio de las naftas, ya que por otra parte esta semana se cumple la prorroga que dispuso el Gobierno a la actualización del impuesto a los combustibles: debió haber sido en el inicio de octubre, pero el Poder Ejecutivo la pospuso por 15 días.