Cómo funciona el test que detecta el coronavirus a través de la piel
El novedoso test analiza el nivel de lípidos en una zona sebácea de la dermis, como la cara, el cuello o la espalda.
Un equipo de químicos de la Universidad de Surrey, en el Reino Unido, diseñó un método no invasivo de prueba para detectar el coronavirus basado en pasar el mismo tipo de hisopo que se usa para las fosas nasales, por una zona sebácea de la piel como la cara, el cuello o la espalda.
En los test, los investigadores analizaron muestras de 67 pacientes del Hospital de Frimley, 30 de ellos con coronavirus. Las muestras se recolectaron frotando suavemente un área de la piel rica en sebo, una sustancia aceitosa y cerosa producida por las glándulas sebáceas del cuerpo.
Los investigadores analizaron las pruebas para diferenciar entre las muestras positivas y negativas de COVID-19. Luego, el equipo descubrió que los pacientes con un resultado de COVID-19 positivo tenían niveles de lípidos más bajos, o dislipidemia, que sus contrapartes con una prueba negativa. La exactitud de los resultados del estudio aumentó aún más cuando se controlaron los medicamentos.
“Desafortunadamente, el espectro de las pandemias futuras está firmemente en lo alto de la agenda para la comunidad científica. Nuestro estudio sugiere que podemos ser capaces de usar medios no invasivos para testear estas enfermedades como COVID-19 en el futuro, un desarrollo que estoy segura será bienvenido por todos”, aseguró Melanie Bailey, coautora del estudio.
El estudio sobre la eficacia de las muestras sebáceas de la piel como forma no invasiva de diagnosticar el COVID-19 fue publicado en la revista Lancet EClinicalMedicine.
“Es vital investigar nuevos métodos de diagnóstico y vigilancia en una nueva enfermedad como el COVID-19, que ha tenido un efecto tan devastador en el mundo. El muestreo de sebo es un método simple y no invasivo que promete, tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la enfermedad, ya sea en un entorno sanitario o en uno no sanitario”, señaló el doctor George Evetts, consultor en Anestesia y Medicina de Cuidados Intensivos del Hospital Frimley Park.
“El COVID-19 daña muchas áreas del metabolismo. En este trabajo, mostramos que el lipidoma de la dermis se puede agregar a la lista, lo que podría tener implicaciones para la función de barrera de la piel, además de ser un síntoma detectable de la enfermedad en sí”, añadió Matt Spick, coautor del estudio de la Universidad de Surrey.
El experto aclaró que el sebo puede ser muestreado de forma no invasiva, es rápido, fácil y barato de transportar: “Creemos que el muestreo y el análisis de sebo será en el futuro una rica fuente de información sobre salud”. Si bien se identificaron biomarcadores de lípidos potenciales, no fueron validados por una investigación independiente.
“Esperamos que estudios más grandes sean cruciales para completar la comprensión de lo que el COVID-19 nos hace, incluso de lo que causa en nuestra piel, y potencialmente también para vincular los cambios observados en el lipidoma de sebo con los cambios que vemos en otros biofluidos como la saliva o el suero. También creemos que el sebo es digno de consideración para el muestreo clínico en otras enfermedades”, concluyeron los autores ingleses.