Con “Argentina, 1985” como candidata, se entregan los premios Globo de Oro 2023
Con un cambio de imagen, el galardón quiere recuperar el brillo perdido después de las denuncias y acusaciones que estuvieron a punto de hacerlo desaparecer en la temporada pasada
Con Argentina, 1985 entre las cinco candidatas a mejor película internacional y la presencia como nominados de casi todos los protagonistas de la actual carrera por el Oscar, el Globo de Oro cumple este martes 80 años y se prepara para una ceremonia en la que tratará de recuperar el tiempo y el prestigio perdidos a lo largo de los últimos 20 meses, los más catastróficos de su larga historia.
Un año después de anunciar los ganadores a escondidas, en medio del repudio de toda la comunidad de Hollywood, los Globo de Oro vuelven a recibir a buena parte de las estrellas del momento en una fiesta que quiere ser como las de antes y en el mismo escenario de siempre, el salón principal del hotel Beverly Hilton. El comienzo de la ceremonia está previsto para las 22, con una alfombra roja previa organizada por Variety; este segmento, retransmitido a través de las redes sociales de la clásica publicación de Hollywood, ¡se sumará a la cobertura que realizará E! Enterteinment Television también desde la red carpet, a partir de las 21. Según pudo saber LA NACION, no se llegó a un acuerdo comercial entre los dueños de los derechos de transmisión para América latina y la empresa Turner, encargada durante los últimos años de llevar al continente los principales acontecimientos de cada temporada alta de premios a través de las señales TNT y TNT Series.
En consecuencia, nuestro país se quedará por primera vez después de muchísimo tiempo sin poder ver en directo por TV la retransmisión de los Globo de Oro, cuyas imágenes serán generadas desde Los Ángeles este año a través de la cadena NBC y la plataforma Peacock, no disponibles aquí. La frustración será grande, sobre todo por la imposibilidad de seguir en tiempo real el momento en que se anuncie el ganador del premio a la mejor película extranjera, categoría en la que Argentina, 1985 compite con la india RRR (hasta el momento la gran favorita), la alemana Sin novedad en el frente, la surcoreana Decision to Leave y la belga Close. Habrá que estar atento a las redes sociales en ese momento para conocer el veredicto.
Más allá de esta instancia, la más importante para la atención de nuestro país, el resto de la ceremonia se aguarda con especial expectativa dentro de la comunidad de Hollywood, que parece dispuesta a darle una nueva oportunidad al premio y sobre todo a su entidad organizadora, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (Hollywood Foreign Press Association), caída en desgracia en los últimos años a raíz de una sucesión de tropiezos y cuestionamientos.
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El escándalo comenzó con señalamientos a la falta de diversidad en la representación de la prensa extranjera radicada en Hollywood y al escaso interés de los miembros de la organización (apenas 87 al momento del estallido) por enmendarla. Después empezaron a conocerse, sobre todo a través de una meticulosa investigación publicada por Los Angeles Times, detalles de una suerte de “cultura de la corrupción” aplicada sistemáticamente por la entidad para impedir el acceso de representantes más calificados, quedar expuesta a conflictos de intereses (a través de donativos y costosos obsequios a sus miembros por parte de los estudios y cadenas que aspiran al premio con sus títulos y estrellas) y anunciar algunas nominaciones poco claras y con escasa justificación.
A partir de la difusión de estas denuncias, la situación llegó a hacerse insostenible para una entidad que había logrado equívocamente presentar sus premios como “la antesala del Oscar” pero a la vez se las había ingeniado para organizar una fiesta a la que nadie quería faltar, bien regada con las mejores bebidas del mundo y con invitados famosos sentados muy cerca los unos de los otros, dispuestos a compartir un espíritu de celebración mucho más efusivo que el de las otras entregas de premios. Todos recuerdan, por ejemplo, las memorables intervenciones de Ricky Gervais como el anfitrión más filoso de esta clase de fiestas. Este año fue elegido como maestro de ceremonias otro comediante, Jerrod Carmichael.
Pero ese brillo se transformó rápidamente en oprobio frente a acusaciones muy fundadas, y a partir de ese momento las estrellas que tenían hasta allí asistencia perfecta o veían con toda la simpatía del mundo a este premio se transformaron en sus principales detractores. Tom Cruise, sin ir más lejos, decidió directamente devolver los tres Globo de Oro que recibió en distintas temporadas. Ahora volvió a ser nominado por Top Gun: Maverick, pero su relación con la HFPA no parece tener vuelta atrás.
Después de entregar sus premios hace un año casi en secreto y a puertas cerradas, sin invitados, sin alfombra roja, sin transmisión por TV y en una ceremonia en la que solo los socios de la entidad se veían las caras, la HFPA encaró un cambio de imagen total que incluyó, entre otras cosas, la transformación del Globo de Oro en una marca que tiene como nuevo propósito la mayor ganancia posible. El que fuera alguna vez uno de los premios más importantes de la industria de Hollywood hace un año estuvo a punto de desaparecer, sobre todo cuando la televisión dijo que dejaba de transmitir la ceremonia.
Para encarar este cambio de cara, los Globo de Oro encontraron un nuevo dueño: el multimillonario estadounidense Todd Boehly, dueño del hotel Beverly Hilton y del Chelsea, uno de los equipos más fuertes de la Premier League inglesa de fútbol. A partir de su llegada se tomaron medidas drásticas, entre ellas la incorporación de un responsable específico de asuntos de diversidad, la aplicación de un nuevo código de conducta y sobre todo la ampliación de su base de miembros con derecho a voto.
Según informó la propia HFPA, ahora suman 200 los votantes del Globo de Oro representando a 62 países y no solo instalados en Hollywood, porque se abrió el juego a votantes de otros países, incluyendo a cinco nuevos representantes argentinos que votaron desde nuestro país. La entidad informó hace poco que en su conformación actual cuenta con casi un 60 por ciento de diversidad racial. La mitad de su padrón está conformado por mujeres y hay representantes identificados con las distintas expresiones de diversidad sexual.
En medio de esta transición, según informó la agencia Associated Press, la entidad igualmente debió afrontar varios conflictos derivados de los hechos que precipitaron la crisis de los últimos años. Un integrante de la HFPA fue acusado de falsificar firmas en documentos oficiales del fisco estadounidense, otro quedó involucrado en un caso de acoso sexual y a un tercero se lo vinculó a un caso de publicación de falsas notas con famosos a partir de entrevistas que nunca se hicieron. Los tres, según la HFPA, fueron expulsados sin que trascendieran sus nombres.
La persistencia de estas situaciones llevaron inclusive a Boehly a plantear dudas sobre el futuro. “Tengo pesadillas en las que nada funciona. Lo entiendo. No es posible convencer de nada a todo el mundo todo el tiempo”, reconoció al diario Los Angeles Times. Y mantienen a la vez la desconfianza de algunas figuras importantes de Hollywood como Brendan Fraser, firme candidato a llevarse algunos de los premios más importantes de esta temporada como mejor actor protagónico gracias a la película The Whale.
Pese a estar nominado al Globo de Oro, Fraser ratificó en los últimos días que no participará de la ceremonia de este martes. Recordó que en 2003 denunció a Philip Berk, expresidente y miembro de la HFPA, por haberlo manoseado durante la ceremonia de ese año, y que la entidad no tomó ninguna medida contra Berk al aceptar sus excusas, cuando dijo que se trataba de una broma y no de un intento de abuso sexual contra el actor.
Del otro lado, hay muchas figuras que ya confirmaron su asistencia y en algunos casos hasta algunas de ellas se comprometieron a presentar los diferentes premios. La lista incluye a Austin Butler, Ana de Armas, Michelle Williams, Anya Taylor-Joy, Jamie Lee Curtis, Michelle Yeoh, Quentin Tarantino, James Cameron, Guillermo del Toro, Kevin Costner, Elizabeth Debicki, Jean Smart, Jenna Ortega, Kaley Cuoco, Jessica Chastain y Andrew Garfield.
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También estarán en la ceremonia de los Globo de Oro los artífices de la exitosa película india RRR, el director S. S. Rajamouli y los actores N. T. Rama Rao Jr. y Ram Charam, de visita por primera vez en Los Ángeles, un día después de participar en una histórica proyección del film en la sala IMAX situada dentro del complejo presidido por el histórico Grauman’s Chinese Theatre de Hollywood. Las entradas para esa función se agotaron en 98 segundos.
Como es tradición, el Globo de Oro es el único premio importante de la industria de Hollywood que divide los méritos entre las mejores películas dramáticas y las comedias y/o musicales. Las nominadas en la primera categoría este año son Elvis, Los Fabelman, TÁR, Top Gun: Maverick y Avatar, el camino del agua. Y en la segunda aparecen Babylon, Los espíritus de la isla, Todo en todas partes al mismo tiempo, Glass Onion: un misterio de Knives Out y Triangle of Sadness.
Lo mismo ocurre con los premios a lo mejor de la TV. Este año, para el Globo de Oro al mejor drama los candidatos son Better Call Saul, The Crown, House of Dragon, Ozark y Severance. Y a la mejor comedia, Abbott Elementary, The Bear, Hacks, Only Murders in the Building y Merlina.