PASO 2023
Con el triunfo de Pullaro, se abre una nueva fase de la campaña en Santa Fe
El ex ministro de Seguridad se impuso de manera contundente a sus rivales internos, y otro tanto hizo la coalición opositora frente al oficialismo. El “efecto nacional” y los desafíos, por un lado de retener votos, y por el otro de remontar el resultado adverso.
Maximiliano Pullaro se consagró como candidato a gobernador de la provincia dentro de la coalición Unidos para Cambiar Santa Fe, a la cabeza del binomio que integra con Gisella Scaglia, y que se impuso de manera contundente a las duplas Carolina Losada-Federico Angelini y Mónica Fein-Eugenio Fernández.
El llamado “frente de frentes” fue también ampliamente la fuerza más votada en la provincia, superando ampliamente al oficialismo de Juntos Avancemos, donde Marcelo Lewandoski y Silvina Frana resultaron los claros vencedores de la interna y serán quienes figuren en la boleta respectiva en las elecciones generales del 10 de septiembre. Bastante por detrás se colocaron Marcos Cleri, Eduardo Toniolli y Leandro Busatto.
En el oficialismo operó una doble decepción, que intentarán revertir en el nuevo tramo de campaña que se iniciará dentro de unos días, ahora para la definición de las autoridades que asumirán el 10 de diciembre. El revés consistió por un lado en la cantidad de sufragios obtenidos por el candidato ganador, echando por tierra las previsiones de que, si el resultado de la coalición opositora hubiese sido más parejo, pudiese llevarse la presea del candidato más votado. Por el otro, la muy mezquina performance de la lista de precandidatos a diputados, encabezada por el gobernador Omar Perotti, que logró superar a sus competidores en la interna, pero quedó muy por debajo de la propuesta de la oposición.
En el caso de los senadores provinciales no hay mayores variaciones, y allí sí el justicialismo puede atribuirse, en la mayoría de los casos, el mantenimiento de su hegemonía territorial, basada de manera preponderante en el referente de cada uno de los departamentos.
El período que se abre a partir de este lunes demandará una doble amalgama. La primera, inmediata y prácticamente automática, es la conformación de las nóminas definitivas de candidatos a diputados provinciales de cada una de las fuerzas, distribuyendo los lugares de manera proporcional a los votos obtenidos por cada lista, y tomando en cuenta la obligación de respetar la paridad de género; lo cual influirá en las ubicaciones.
La segunda, atada en buena medida a ese procedimiento, será la manera de gestionar las coincidencias y discrepancias de las dos coaliciones más importantes, con el imperativo en la triunfadora de conservar el caudal de votos y evitar “fugas hacia otros partidos”. Y para el justicialismo, de remontar el resultado adverso, ahora en unidad y probablemente reformulando el tenor, el tono o la intensidad de la campaña.
En ambos casos, atravesados por las Paso nacionales, donde también se definirán las candidaturas presidenciales en Juntos por el Cambio y el nivel de adhesión y encolumnamiento que logre la propuesta de Unidos por la Patria. Unos montados en la crítica y en la propuesta, otros en la gestión y en las expectativas. Todos, en el marco de un proceso que será complejo, trabajoso y ajetreado, con la mirada puesta en una sociedad agobiada y reticente, pero que a partir de este domingo cuenta con algunas certezas para tomar las decisiones que tiene por delante.