Concluyen con la demarcación de la ciclovía de calle Urquiza
Se trata la última etapa para señalizar las vías exclusivas para las bicicletas. La traza va desde el norte (Bv. Pellegrini) hacia el sur (JJ Paso). “Hay una confusión cultural porque Urquiza no es una vía rápida al no ser avenida, por lo tanto rigen todas las normas de tránsito para una calle”, resaltó Javier Mendiondo, secretario de Desarrollo Urbano.
“Se está terminando la implementación de la ordenanza ´Ciudad 30`, que se aprobó en agosto. Esta ordenanza estipula un área calma en el centro de la ciudad que abarca el área comprendida entre Urquiza al oeste, Suipacha al norte, General López al sur y Rivadavia (desde Suipacha hasta Mendoza) y 27 de Febrero (desde Mendoza hasta General López) al este”, comentó Javier Mendiondo, secretario de Desarrollo Urbano de la ciudad, en diálogo con El Litoral.
Desde este jueves, una cuadrilla municipal demarca el último tramo que restaba de la ciclovía en el margen izquierdo de la calzada de Urquiza, que va desde Bv. Pellegrini hasta Suipacha, para empalmarse con el que ya estaba dispuesto, hasta J. J. Paso. Este carril tiene un único sentido norte-sur para la circulación exclusiva de bicicletas, para garantizar una buena transitabilidad, con su señalización y la colocación de elementos separadores físicos adecuados para la protección de ciclistas.
Prioridad para ciclistas y peatones
Mendiondo destacó que la idea es que la incorporación de esta ciclovía en Urquiza sea “una manera práctica para llegar al centro en bicicletas, en una arteria que históricamente usan las bicis, pero que no tenía las condiciones de seguridad”, mencionó.
Respecto a la “convivencia” de ciclistas, peatones y automovilistas, en una calle que cuenta con “onda verde” y que mal acostumbrados, los conductores la entienden como una avenida que no es y superan ampliamente el límite máximo de velocidad que es de 60 km/h, Mendiondo informó que no se agregarán semáforos exclusivos para bicis, sino que se seguirá respetando los semáforos ya colocados, ya que “tanto autos como bicicletas van en el mismo sentido de circulación. Hay una confusión cultural porque Urquiza no es una vía rápida al no ser avenida, por lo tanto rigen todas las normas de tránsito, y al ser una calle semaforizada podemos controlar la velocidad a través de los semáforos”.
A su vez, el funcionario resaltó que para acondicionar esta calle tan transitada de la ciudad, “estamos en diálogo con comerciantes y la gente de transporte de logística, porque en la misma ordenanza se dispone una demarcación planificada para carga y descarga con un máximo cada 200 metros”, señaló el secretario de Desarrollo Urbano.
“Una ciudad más humana”
Mendiondo destacó la necesidad de crear una “ciudad más humana. Donde una persona con discapacidad, un adulto mayor o una madre o padre con un cochecito del bebé, o alguien en bicicleta, puedan transitar con tranquilidad. Tenemos un paradigma imperante con que las calles son para los autos y no son solo para los autos. Por eso debemos cuidar a las personas que no se movilizan en autos”, reflexionó.
Para llegar a esta ciudad más humana, el secretario resaltó: “Disminuyendo la velocidad en 10 km/h los accidentes de tránsito, solo en un 10% son fatales. Por eso estamos detrás de un concepto del cuidado de las personas, para poder llegar a nuestro destino de manera segura y sin los riesgos de una mala utilización del espacio público”.
Detalles de “Ciudad 30”
Son 19 calles las que ingresan a esa “zona calma”, donde la máxima de velocidad es de 40 kilómetros por hora, y adentro de todo cuadrante el máximo será de 30 kilómetros por hora.
El área “Ciudad 30” tendrá un “régimen especial” con el objeto de “promover la movilidad segura y saludable, fomentando el uso de medios sustentables tales como las bicicletas y la circulación peatonal”.
Además de habilitar más espacio en playas de estacionamiento para la guarda de bicis y ciclomotores, a partir del 1° de enero de 2021 los edificios públicos, sean nacionales, provinciales o municipales con sede en el área “Ciudad 30”, deberán garantizar la disponibilidad de bicicleteros públicos en espacios cubiertos o semicubiertos, sea en los propios inmuebles o espacios aledaños, como playas de estacionamiento o cocheras.