Condenaron a Ricardo Jaime y Julio de Vido por corrupción
El exsecretario de Transporte recibió una pena de ocho años de prisión, mientras que el exministro de Planificación Federal fue sentenciado a cuatro años de cárcel por la Justicia federal.
El Tribunal Oral Federal 6 condenó este viernes al exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, a ocho años de prisión, y al exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, a cuatro años de cárcel por la compra de trenes chatarra a España y Portugal.
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En el caso de Jaime se suma en este juicio el delito de enriquecimiento ilícito, ya que utilizó la consultora del español Manuel Vázquez para concretar la maniobra de compra.
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Por su parte, a De Vido se le suma la inhabilitación perpetua por el delito de coautor de la administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública en la compra de trenes a Portugal y España.
De Vido está en su domicilio a la espera de lo que determine la Corte Suprema por la causa de la Tragedia de Once, en la que ya fue condenado a cinco años prisión. Mientras que Jaime se encuentra detenido desde 2016.
Las condenas contra Jaime y De Vido ocurrieron luego de que a mediados de febrero el mencionado tribunal federal rechazara el pedido de nulidad del juicio presentado por ambos exfuncionarios kirchneristas.
El planteo fue a partir de los cambios en la composición del TOF 6 ya que uno de los jueces del Tribunal, José Martínez Sobrino, cumplió 75 años y se jubiló.
Las defensas de De Vido y Jaime plantearon la nulidad de todo el juicio por el juez reemplazante, que no estuvo presente en todas las audiencias.
De qué se los acusó a Ricardo Jaime y Julio De Vido en el juicio
De acuerdo a la acusación de la fiscal de juicio Gabriela Baigún, Jaime y De Vido aprovecharon la política de reactivación ferroviaria impulsada durante el kirchnerismo para comprar coches chatarra a España y Portugal.
Por este motivo los exfuncionarios fueron acusados de “administración fraudulenta y cohecho” por un monto que ronda los cien millones de euros, según estimaciones de la Auditoría General de la Nación (AGN).
Para Baigún “se encuentra acreditado que De Vido, en su carácter de Ministro de Planificación, y Jaime, en su calidad de Secretario de Transporte, llevaron adelante una serie de actos jurídicos que, violando los deberes a su cargo, obligaron y comprometieron abusivamente al patrimonio del Estado Nacional”.
Según la acusación de Baigún, De Vido y Jaime “violaron las obligaciones del buen administrador” mediante la adquisición de coches que por sus características resultaban “chatarra”, inútiles para el sistema ferroviario argentino.
Baigún planteó además que Jaime cobró una coima del orden del millón de dólares a través de una consultora de Manuel Vázquez, considerado su testaferro.