Buenos Aires
Conducía muy borracho, atropelló a un ciclista, lo arrastró casi 30 metros sobre el asfalto y lo mató
Cuando se le hizo el test de alcoholemia, superó el límite de la pipeta, que es 3 gramos de alcohol por litro de sangre.
Un hombre de 37 años alcoholizado mató con su auto a un ciclista. Falto de reflejos, no sólo lo embistió: lo arrastró casi 30 metros sobre el asfalto para terminar chocando contra un paredón de una casa.
El test de alcoholemia realizado al conductor no dejó dudas: superaba la marca que podía soportar la pipeta. Sucedió el último sábado en Pilar, Buenos Aires, y el conductor quedó detenido.
Ocurrió alrededor de las 17.30, cuando Inocencio Godoy, un hombre de nacionalidad paraguaya de 42 años, transitaba con su bicicleta color celeste por el barrio Los Tilos.
Según publicó el sitio Pilar a Diario, en la unión de las calles Las Secuoyas y Carlos Calvo, un Volkswagen Suran lo embistió a gran velocidad.
El auto que provocó el accidente era conducido por otro ciudadano paraguayo: Jorge Adalberto B.G., quien lejos de frenar tras la embestida continuó con su marcha hasta impactar contra un paredón y caer en un pozo.
"Nunca se percató que la víctima, un vecino del barrio de Villa Magdalena, había quedado enganchado en la parte delantera del vehículo", certificó una fuente policial.
Una ambulancia del SAME que se hizo presente donde se produjo el accidente, constató la muerte instantánea del ciclista en el lugar.
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“Cuando se le hizo el test de alcoholemia, superó el límite de la pipeta, que es 3 gramos de alcohol por litro de sangre (gr/l); cuando en provincia rige el alcohol cero. Estaba mucho más que borracho”, confirmó una fuente investigativa al medio local.
El conductor quedó detenido y fue trasladado al Destacamento de La Lonja. Y fue indagado el domingo por la mañana por el fiscal Gonzalo Agüero, de la UFI N°4 de Pilar. Sin embargo, el hombre acusado no hizo declaraciones.
El hombre detenido que se dedica al rubro de la construcción está acusado de "homicidio con dolo eventual". Para la Justicia, si hubiera estado en condiciones de conducir, se podría haber evitado el siniestro.
“Ese mismo sábado, por la noche, se le hizo otra vez el test de alcoholemia y tenía 1,95 gramos de alcohol por litro de sangre; eso quiere decir que en el momento del primer control tenía mucho más que 3 gr/l que es el límite de la pipeta”, aseguraron fuentes investigativas.