Copa Sudamericana: Unión empató con Junior
El tatengue superó de principio a fin a su primer rival pero debió conformarse con el empate. Federico Vera abrió el marcador desde el arranque y poco después señaló la igualdad en una jugada desafortunada. Los dos terminaron con 10 y “Pipa” González se perderá el próximo partido.
Hizo todo menos lo que en fútbol termina dando la razón y los premios. Hizo el gasto e hizo los méritos. Sólo le faltaron los goles que buscó en todo momento; nada más y nada menos. Por eso Unión, que superó a Junior de principio a fin, tras una nueva noche copera en el 15 de Abril se quedó solamente con un punto que suena a poco, demasiado poco.
Fue 1 a 1 ante un Junior que con oficio se llevó el empate que vino a buscar. Federico Vera abrió el marcador y el mismo defensor anotó el empate en menos de 5 minutos en los que pasó del cielo al infierno sin escala.
Ahora el tate deberá darle valor a esta solitaria unidad sumando tres en Bolivia, donde el próximo martes lo recibirá un golpeado Oriente Petrolero que se comió tres contra Fluminense en Río de Janeiro. Para ese encuentro deberá reemplazar a una pieza importante como el “Pipa” González, que vio la tarjeta roja en la segunda parte.
Unión se mide con Junior de Barranquilla por la Copa Sudamericana
Unión salió decidido a protagonizar el partido. Sin mayores sorpresas en la formación armó dos líneas de cuatro con un medio lleno de movilidad y le tiró el carro encima al rival. Al minuto, Gastón González se mandó por la izquierda y sacó un centro que se fue al córner. De este tiro de esquina los colombianos fallaron en el despeje, Peralta Bauer mandó la pelota al área desde la derecha y Federico Vera empalmó con el empeine derecho un rebote para meter la pelota abajo contra el primer caño.
Pero la alegría tatengue fue efímera. Apenas unos instantes más tarde, Arias envió en largo desde el fondo, Fuentes apareció libre de marca por la izquierda, desbordó y tiró un centro bajo que desafortunadamente el mismo Vera convirtió en el empate en contra de su propia valla.
El gol fue un baldazo de agua fría pero el tatengue no desistió de su idea inicial. Incluso estuvo a punto de marcar el segundo tanto con un disparo de media distancia de Gallegos que obligó al uruguayo Viera a meter un manotazo salvador para sacar la pelota por arriba del travesaño.
Más allá de ese ritmo frenético del inicio, el transcurrir del primer tiempo a Unión dominando la pelota y buscando atacar por las bandas. Machuca tirado a la derecha hizo tándem con un Vera siempre dispuesto a pasar al ataque y se ofreció como destino de los pases largos que partieron desde el medio a las espaldas de un Fuentes amenazante como arma de ataque pero sin tanta voluntad para la marca.
A los 22, el local intentó por la otra banda y también inquietó. De guapo, Brítez ganó un tiro de esquina que cayó venenoso al corazón del área y un despeje a medias colombiano le quedó a Peralta Bauer, que desde afuera le dio de volea apenas desviado. Y unos minutos más tarde, por el mismo costado, González encaró y pasó -como casi siempre que se lo propone-, llegó al fondo y le faltó la última puntada para terminar bien una maniobra que parecía llevar más peligro.
Junior produjo muy poco, porque se replegó atrás y entonces ni Luis González pudo manejar la pelota ni Borja tuvo prácticamente intervención, aislado arriba. La única vez que apareció el centroatacante cafetero mostró toda su jerarquía e hizo paralizar los corazones rojiblancos cuando -en 40 minutos- estrelló un remate en el ángulo superior derecho de un arco ya desguarnecido tras eludir a Mele.
Que la visita encontrara la ventaja en esa jugada hubiera sido un injusto castigo para Unión, que hizo el gasto en el primer tiempo y contó con una situación de gol más por un zurdazo de González que tapó bien el uruguayo Viera.
La buena actuación tatengue llevó a Munúa a no modificar nada a la vuelta de los vestuarios. Lo contrario ocurrió con el rival, porque el entrenador Real mandó a la cancha a Viáfara y Giraldo en busca de ganar en contención, algo que le faltó durante toda la primera mitad.
Pero Unión continuó buscando y llevó el trámite al terreno colombiano. Para los 10 minutos, los dos perdieron cada uno a un jugador clave para su andamiaje. Primero el venezolano Luis González se hizo expulsar de manera infantil por una falta innecesaria cuando ya estaba amonestado, y acto seguido el “Pipa” González sujetó a un rival y el árbitro Matonte -en una decisión tal vez justa reglamentariamente aunque también algo rigurosa- le mostró la segunda amarilla y su consecuente roja. En el comparativo, salió perdiendo la formación rojiblanca porque mientras “Picotón” estaba haciendo un partido interesante, el “10” rival no había gravitado.
Aunque ya sin tanta intensidad, la búsqueda tatengue no cesó. El local siguió trabajando el partido y generando opciones de gol, generalmente con centros al área como un tiro libre de Machuca que Gallegos peinó de manera débil a las manos del arquero. Es cierto que quedó a merced de alguna contra -Borja desperdició una de manera increíble- pero lo el tate hizo su partido entendiendo que para avanzar de ronda es vital hacerse fuerte en casa.
En el tramo final el encuentro se tornó más hablado que jugado, con demasiadas interrupciones, a pedir de Junior. Pero en ese contexto el tatengue también se las ingenió para inquietar, como una corrida de Esquivel -había ingresado momentos antes- que se metió en el área por izquierda, tocó atrás para la llegada de Machuca y el pibe llegó mal pisado por lo que no pudo definir bien. O un cabezazo de Calderón que salió cerquita del palo izquierdo.
En tiempo de descuento, Hinestroza cruzó un centro al área, Cetré le ganó de arriba a Brítez y su cabezazo pasó rozando el palo derecho de un ya vencido Mele. Una jugada fuera de contexto que casi provoca una injusticia todavía mayor a la que de por sí constituye el resultado final.
Unión pagó demasiado caro su falta de efectividad y Junior, con más oficio que juego, se llevó para Barranquilla lo que vino a buscar a Santa Fe: el punto.