Crimen Báez Sosa: cinco de los rugbiers fueron condenados a perpetua y a los otros tres a 15 años de prisión
Este lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 dio a conocer el veredicto a los rugbiers por el asesinato del joven
Hoy lunes 6 de febrero, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores condenó a Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi como culpables del asesinato de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 frente a la discoteca Le Brique en Villa Gesell.
Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron recibieron la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por homicidio premeditación y alevosía en concurso real con lesiones leves.
Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios del mismo delito.
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Juan Guarino y T.C, el llamado “rugbier número 11″, menor de edad al momento del hecho, enfrentarán expedientes por falso testimonio tal como pidieron los fiscales acusadores.
Tras la decisión de los magistrados María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, el proceso llega a su fin, luego de trece audiencias y 87 testigos, a 3 años y 17 días del hecho.
La lectura tuvo que ser interrumpida luego de los anuncios y la sala fue evacuada. Rosalía Zárate, la madre de Thomsen, pidió un médico luego de que el condenado se descompensara. “Déjenme estar con él”, gritó, en referencia a su hijo. “Saquen a todos los periodistas la puta que lo parió. No me importa más nada”. Así, también fue puesta la transmisión por Youtube, que llegó a 95 mil usuarios.
thomsen acaba de desmayarse en plena sentencia pic.twitter.com/Vs8lIjN9ll
— sanτi «« (@tiniy2k) February 6, 2023
Luego, la audiencia fue reanudada sin Thomsen, para los últimos detalles.
Cuáles fueron las pruebas contra los ocho imputados
Máximo Thomsen fue, sin dudas, el más comprometido. Además del cruce que tuvo con Báez Sosa dentro de Le Brique, y que le valió la expulsión del boliche, lo complican varios videos en los que se lo ve pateando a Fernando mientras está en el piso. Aparte del material audiovisual, distintos testigos, entre ellos Tomás Bidonde y Lucas Filardi, aseguraron haberlo visto dándole “puntinazos” a la víctima y “pisotones”.
Sin embargo, la prueba más determinante en su contra llegó a través de una pericia scopométrica. La misma concluyó que la marca de una pisada en la cara de Fernando se correspondía con el calzado que el rugbier llevaba puesto la madrugada del crimen. “No había posibilidad de error de que fuera de otra zapatilla”, dijo la perito Haydeé Almirón en referencia a las Cyclone negras que, además, tenían sangre de la víctima.
Ciro Pertossi fue uno de los primeros en abordar a la víctima “mientras estaba de espaldas y en estado de indefensión”, asegura la causa. Según la fiscalía y el particular damnificado, “Ciro Pertossi golpeó a Fernando por su flanco derecho. A la vez que (Enzo) Comelli lo hizo por el izquierdo”, coincidieron en sus alegatos.
A Ciro Pertossi también lo dejaron expuesto los registros fílmicos: en uno de ellos se ve cómo, minutos antes de la golpiza, le dio su buzo a Juan Pedro Guarino. “Un claro indicio de que se iba a pelear”, sostuvo Facundo Améndola, uno de los abogados representantes de los Báez Sosa. En otro video quedó en evidencia cómo “se chupó los dedos para evitar que la Policía descubriera que tenía sangre de Fernando en las manos”, agregó el abogado.
Además, constan en la causa los audios y mensajes que envió desde su celular aquella madrugada. “Chicos de esto no se cuenta nada a nadie”, dijo en el grupo de WhatsApp, “Delboca3″, integrado por todos los imputados. A eso se suman las búsquedas efectuadas en Google, entre las 6.21 y las 6.22 y entre las 10.16 y las 10.17 del 18 de enero de 2020. “Pelea en Villa Gesell”, escribió Pertossi en el buscador después del crimen. Hay, también, un mensaje que le envió a Ana: “Machu (Máximo) y Enzo mataron a un pibe”. También, en el jean que usó esa noche había sangre de Báez Sosa.
A Enzo Comelli se lo acusó de haber “noqueado” a la víctima. “Agredió a Fernando al unísono con Ciro Pertossi. Él llegó por el flanco izquierdo: es asombrosa la coordinación para pegarle en el mismo momento. Excepcional forma de abordaje. Existió entonces una planificación”, dijo Améndola y subrayó que varios testigos lo reconocieron en la rueda, que golpeó a los amigos de la víctima y luego se sacó fotos al final del hecho.
Durante los últimos días, al igual que Máximo Thomsen, Comelli solicitó una entrevista con una psicóloga en la cárcel de Dolores.
Sobre Blas Cinalli, había ADN suyo debajo de la uña del dedo meñique de la mano izquierda de Fernando. Al igual que Ciro Pertossi, los mensajes que mandó aquella madrugada después del crimen lo dejaron expuesto. “Nos pelamos contra unos chetos, los rompimos jajaj”; “Creo que matamos a uno”; “Alta noche. Nos vamos al centro a premiar”. “No hubo un solo mensaje ni una actitud posterior de uno de los acusados que demuestre un tipo de arrepentimiento. Al contrario: se regocijaron”, consideró Améndola.
Ayrton Viollaz. Tanto la fiscalía como el particular damnificado aseguraron que fue quien “dio la orden de empezar el ataque”. “‘Es ahora, es ahora’, gritó cuando constató que la policía se retiraba del lugar”, coincidieron. En los videos exhibidos al final de los alegatos, el abogado Fernando Burlando identificó a Viollaz “a escasos centímetros de Fernando Báez Sosa”. Además, varios testigos, entre ellos, Julián García y Lucas Begide, lo marcaron como quien impartía gritos temor.
Lucas Pertossi registró el inicio del ataque con su teléfono. “Al escuchar la orden (de Viollaz), comenzó a grabar el video. La secuencia es corta porque dejó de filmar y guardó el celular para sumarse a la pelea. Algunos testigos lo identificaron de pie junto a Fernando y golpeando a los amigos”, apuntaron los fiscales y el particular damnificado. Tras la golpiza, Lucas Pertossi volvió al lugar del hecho y envió un audio a sus amigos diciendo: “Estoy acá cerca de donde está el pibe (…) Caducó”.
Sobre Matías Benicelli, las pericias determinaron que en tres de sus prendas había ADN de Fernando Báez Sosa: jean, camisa y una de sus zapatillas Nike. Paralelamente, el jefe de seguridad de Le Brique al momento del hecho, Alejandro “Chiqui” Muñoz, lo reconoció como quien le pegó una patada a la víctima “y que no se levantó nunca más”. A su vez, otro de los testigos dijo que lo escuchó decirle a Fernando: “Negro de mierda, vamos, mátenlo”. Otra de las testigos, Andrea Ranno, del hotel Inti Huasi, declaró que lo oyó jactarse: “Le rompí toda la jeta”. Un video lo muestra abrazando a Luciano Pertossi tras el hecho.
Sobre Luciano Pertossi. En el pantalón de gabardina gris que llevaba puesto aquel día había manchas de sangre de Fernando. Aunque él mismo se desmarcó en uno de los tres videos de la pelea, la querella de los Báez Sosa lo acusó de haber participado “activamente del ataque”. Además, fue identificado por los testigos Federico Raulera y Federico Tavarozzi: este último dijo que lo vio “revoleando piñas y patadas a todo lo que se le cruzaba”.
Su accionar también quedó expuesto en uno de los registros fílmicos de la golpiza donde se lo ve acercarse a Fernando de forma agachada, como si le dijera algo. “Así como Ciro le dio el buzo a Guarino para que se lo sostenga para pelear, él le dio la billetera”, remarcó Facundo Améndola en sus alegatos.