Crimen de Nora Dalmasso: declaran seis testigos en la apertura del juicio
Seis testigos fueron citados para declarar este martes en el marco del juicio por el crimen de Nora Dalmasso, la mujer asesinada en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, por el que está acusado su esposo Marcelo Macarrón como presunto instigador, informaron fuentes judiciales.
En la apertura de la 13ra. semana del debate, que comenzó el 14 de marzo último, declararán ante el jurado popular y tribunal de enjuiciamiento María Isabel Aguerre de Márquez, quien fue parte del grupo que integró la comitiva que disputó el torneo de golf en Punta del Este el fin de semana del crimen de Nora (51), donde compitió el acusado Macarrón (62).
Abre la quinta semana del juicio por el crimen de Nora Dalmasso
También fueron convocados Martín Almagro y Oscar Bonetto para declarar sobre los movimientos de ese fin de semana del empresario Miguel Rohrer, señalado por los hijos de Dalmasso y Macarrón como sospechoso del crimen.
Rohrer había acreditado que ese fin de semana estuvo en Buenos Aires, sin embargo los hijos de Nora sostienen algunas personas lo vieron en Río Cuarto.
Miguel Ángel Rosal es otro de los testigos citados para esta jornada, ya que era compañero de trabajo de Nora; mientras que los dos restantes son el suboficial Daniel Fernández y Pablo González.
En lo que va del debate ya declararon 67 testigos ante el tribunal popular que juzga a Macarrón por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
El fiscal Luis Pizarro, el último que investigó y elevó a juicio la causa, considera que el crimen de Nora ocurrido la madrugada del 25 de noviembre del 2006 en una casa del barrio Villa Golf, de Río Cuarto, y que pudo estar motivado por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”.
Sigue el juicio por el crimen de Nora Dalmasso: declaran familiares y vecinos
Al respecto, el fiscal entiende que Macarrón “con personas aún no identificadas planificó dar muerte a su esposa Nora Dalmasso”, para lo cual proporcionó “al asesino las llaves o la inteligencia para ingresar sin forzar la cerradura de la casa, información y movimientos, y asegurando un espacio de tiempo en el que se hallaba sola, sin ningún otro integrante de la familia”.