De mascota a amenaza: el pez dorado se convirtió en una especie invasiva en Canadá
Los expertos advirtieron sobre la importancia de no liberar a estas especies domésticas a la naturaleza.
Capaz de sobrevivir en condiciones muy extremas, de seguir creciendo durante toda su vida y de reproducirse con una velocidad sorprendente, el pez dorado pasó de ser considerado una mascota a una especie invasora en las aguas de Canadá.
Así se desprende de una reciente investigación llevada a cabo por un equipo de científicos de Fisheries and Oceans Canada quienes durante varios meses rastrearon o los movimientos de estos peces mediante el uso de etiquetas acústicas, un pequeño dispositivo que emite sonidos una vez que se lo coloca en el vientre de los peces.
Fue así que, en octubre de 2021, un equipo liderado por el profesor de biología Nick Mandrak, de la Universidad de Toronto Scarboroug, Canadá, descubrió más de 20.000 peces dorados de gran tamaño en un estanque de aguas pluviales ubicado en las afueras de Ontario, un ambiente con aguas poco profundas.
“Estos estanques son ambientes extremos. El agua no solo es poco profunda, sino que los niveles de oxígeno son extremadamente bajos y las temperaturas pueden alcanzar más de 30 grados en el verano”, comentó Mandrak a la revista de la mencionada universidad canadiense donde trabaja.
“Los peces dorados son comedores absolutamente voraces, engullen todo lo que les cabe en la boca y, a medida que liberan hormonas y sus cuerpos se expanden, eso representa más y más comida. Las poblaciones de plantas submarinas son mordidas, despojando a otros peces de su comida”, agregó.
Más allá que estos hábitats ya son bastante hostiles, incluso para los animales que se supone que viven allí, los peces dorados son más que capaces de adaptarse al lugar.
By tracking these goldfish, we’ve learned that they’re breeding in Hamilton Harbour and targeting key spawning sites for native species like Northern Pike? – tearing up aquatic plants for food and clouding the waters with their waste. pic.twitter.com/KYb9JJrAfg
— Fisheries and Oceans (@FishOceansCAN) November 30, 2021
Además, la gran velocidad con la cual se reproducen los peces dorados está dando lugar a grandes cardúmenes en la naturaleza, y, esto, sumado a las características anteriores es lo que está preocupando mucho a los científicos que temen que a medida que los niveles de oxígeno del agua disminuyan como consecuencia del cambio climático, los dorados cuenten con una enorme ventaja competitiva sobre las especies nativas.
“Estamos creando peces súper invasores que, probablemente, tendrán impactos cada vez mayores en la naturaleza bajo el cambio climático”, concluyó Mandrak.
Además de encontrarlos en estanques de aguas pluviales, los científicos también hallaron cientos de peces dorados gigantes en el puerto de Hamilton, ubicado en la ciudad de Ontario, un sitio de desove clave para especies de peces nativos como el Lucio del Norte, algo que desató una luz de gran alerta entre los especialistas ya que, según afirman, si su población no se reduce en los próximos años, pueden llegar a adueñarse de los Grandes Lagos de Canadá, con todo lo que ello implica para la rica y amplia variedad de peces que habitan en ellos.
Los expertos advirtieron sobre la importancia de no liberar a estas especies domésticas a la naturaleza.