Decía que trabajaba para la CIA para encubrir que tenía cinco novias y otra familia
Mary Turner Thomson, una mujer que según sus palabras vivió un calvario, estuvo casado y hasta tuvo dos hijos con Will Jordan un hombre nacido en Estados Unidos que tenía varias vidas paralelas.
El sujeto sindicado como un “depredado” tenía 5 novias y una familia paralela, todo de manera simultánea. ¿Cuando comenzó todo? El vínculo entre ambos comenzó en el año 2000, en un sitio de internet de solos y solas.
En aquel entonces ambos tenían 35 años. Mary era una madre soltera con una hija de un año y recuperándose de una relación caótica, ella esperaba encontrar el amor en un hombre cariñoso. En ese momento entra en escena Jordan, un sujeto que se mostraba amable, cariñoso, estable emocionalmente y sobre todo muy caballero.
Las mentiras y el engaño, el modus operandi de un psicópata
Mary Turner Thomson contó más detalles del perfil de quien ella consideraba el amor de su vida. “Utilizó el tipo de técnicas que emplean los líderes de las sectas y los maltratadores, colmándome de amor desde el principio, antes incluso de que lo conociera”, relató la mujer.
“Cuando empezamos a hablar por Internet, me envió largos correos electrónicos sobre su pasado y sobre la persona que era, y yo le conté mis sueños y aspiraciones. Nos escribíamos tres, cuatro, cinco veces al día. Se convirtió en algo embriagador. Me dejé llevar por el romanticismo”, aseguró respecto a Jordan.
Asimismo, Mary manifestó que el impostor también mintió descaradamente para ganarse su simpatía, afirmando que había tenido paperas de niño y que era infértil: “Me gustó que un hombre me hablara tan abiertamente de sus sentimientos. Su infertilidad lo convertía en una perspectiva mucho más adecuada, ya que yo ya tenía una hija y quería una figura paterna en su vida. Todo fue fácil… pero era una mentira”.
La pareja se casó en 2002 y ella le creía todo. Inclusive, tuvieron dos hijos, Eilidh y Zach. Jordan la convenció de que milagrosamente se había curado de su problema para concebir.
Jordan decía que trabajaba para la CIA
Will Jordan, como bien relata su ex cónyuge, era un “psicópata”, que inclusive llegó a convencerla de que trabajaba para la CIA en el sector de la informática, como forma de encubrir sus largas ausencias, en esos lapsos de tiempo, el iba a visitar a sus otra familia.
“Suena descabellado, pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago. Estaba en un estado de pánico constante y creía que él era la única persona que podía mantenernos a salvo”, dijo Mary, quien estaba convencida de que sus hijos “estaban en peligro”, por la labor de su esposo.
Tras cuatro años después de lo que Mary consideraba era un matrimonio feliz, una llamada telefónica puso su vida al revés. “Una mujer llamó y se presentó como la otra esposa de su marido, y reveló que había tenido cinco hijos con él. Mi mundo se hizo pedazos”.
Como si fuera poco, también se horrorizó al descubrir que también había sido víctima de una cruel estafa financiera: Jordan había falsificado su nombre en varias tarjetas de crédito, acumulando deudas por 78.000 mil dólares.
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Asimismo, la convenció de que vendiera su casa, al parecer para pagar un rescate que impidiera a hombres peligrosos relacionados con su trabajo en la CIA secuestrar a sus hijos.
“Me había estado diciendo mentiras descaradas. No sólo tenía ya al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que tanto su mujer como la niñera de su esposa estaban embarazadas de él en ese momento”, cuenta Mary. Descubrió que era un delincuente sexual convicto, que tenía cinco prometidas, dos esposas, y 13 hijos.
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“The Bigamist” (“El Bigamo”), el libro donde cuenta su historia
“Era un psicópata: parecía aburrido en el tribunal, como si le pusieran una multa de aparcamiento, y cuando lo sentenciaron no hubo ni un parpadeo de emoción. Sus ojos estaban muertos”, dijo Mary, que escribió su experiencia en su primer libro, “The Bigamist”.
Mary logró que lo encarcelaran pero tras dos años y medio en una prisión británica, fue liberado y deportado a Nueva Jersey en 2009. Siete meses después, la historia volvió a repetirse.
Nuevas víctimas, ahora “yanqui” la contactaron. Una mujer había quedado embarazada y sin hogar tras conocer a Jordan en un sitio de citas, otra era una mexicana con una hermana con síndrome de Down cuya familia él había arruinado económicamente.
La oportunidad de atraparlo llegó en 2014 cuando la enfermera estadounidense Mischele Lewis, de 36 años, se puso en contacto con Mary. “Al igual que yo, ella era una madre soltera que había estado en una situación infeliz antes de conocer a un hombre que parecía ser el señor correcto. Al igual que yo, se comprometió con él, perdió dinero con él y luego descubrió la verdad”, contó sumamente compungida al medio Daily Mail.
Ambas idearon un brillante plan para que Mischele grabara en secreto a Jordan con una cámara oculta que llevaba como botón hasta que él confesara haberla estafado. La policía lo detuvo y finalmente encarcelado.
Tras quedar en libertad 2017, el sátiro siguió atacando a mujeres vulnerables. Mary se dio cuenta de que la mejor manera de detenerlo era escribir un libro, basándose en sus propias experiencias y enseñando a las mujeres a detectar los signos reveladores de un depredador como Jordan.