Declararon las compañeras de Vanesa Castillo en el juicio por femicidio
Sus compañeras recordaron las últimas horas de “la seño” con vida. Por el crimen se juzga a Juan Ramón Cano, quien se enfrenta a la pena en expectativa de prisión perpetua.
“La vienen apuñalando” escuchó la portera de la escuela Victoriano Montes segundos antes de encontrarse a la docente Vanesa Castillo tirada sobre un montículo de tierra. Así lo declaró ante el tribunal que juzga a Juan Ramón Cano (30) por el femicidio de “la seño” el mediodía del 15 de febrero de 2018.
El día anterior la testigo se había encontrado con el imputado, a quien conocía porque solía estudiar en el establecimiento, y mantuvieron una conversación en la que ella le aconsejó “portate bien así no volvés más” a la cárcel, donde había cumplido condena. La mujer volvería a pensar en Cano recién 24 horas después, cuando escuchó que señalaban a “Chacho”, su apodo, como el atacante de Vanesa. “Se me murió prácticamente en las manos”, recordó, a la par que alababa el trabajo de “la seño”, que era una gran persona y compañera y a quien “muchas veces la he visto sentada en el banco abrazada a una alumna, charlando con ella”.
Las fiscales Cristina Ferraro y Bárbara Ilera solicitan prisión perpetua para Juan Ramón Cano, acusado del “homicidio calificado por ser con alevosía y ensañamiento y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio)”. En la misma línea está el pedido de pena de los abogados querellantes Carolina Walker Torres y Matías Pautasso, representantes de la familia de la víctima. La defensa técnica del imputado está a cargo del Dr. Javier Casco, mientras que el tribunal al frente del debate está conformado por los jueces Rosana Carrara -presidenta-, José Luis García Troiano y Lenadro Lazzarini.
A traición
Durante la jornada del martes las docentes compañeras de Vanesa fueron oídas por el tribunal. Ellas compartieron las últimas horas que “la seño” estuvo con vida en su amada escuela de Alto Verde, donde paradójicamente se pasaron la mañana intentando convencer a la nueva vicedirectora de que en el barrio “estaba todo bien” y que en el establecimiento educativo estaban “seguras”.
Según la teoría del caso de la fiscalía, la víctima estaba sobre su moto cuando Cano se le abalanzó por detrás y le asestó múltiples puñaladas con una chuza y a traición, por la espalda, dejándola sin posibilidad de defenderse. Algunas no pudieron contener las lágrimas ante el recuerdo de aquel día. Una amiga de Vanesa narró la desesperación e impotencia de esos largos minutos durante los que esperaban que llegaran la policía y la ambulancia para asistir a Castillo. “Ese día era un abandono total”, las fuerzas de seguridad demoraron 15 minutos en arribar y la ambulancia al menos otros 20 más.
“No pude hacer nada para salvarla” se lamentó su amiga, y tampoco pudieron hacerlo los paramédicos que la socorrieron. En el Hospital Cullen se confirmó el fallecimiento de Vanesa, cuya causa fue un “shock hipovolémico y cardiogénico”, siendo las heridas punzocortantes que la maestra presentaba en la zona del hombro y brazo derecho las que revestían mayor gravedad.
La sospechas de que el femicidio se debió a la denuncia por abuso que acompañó la docente volvieron a surgir durante el debate. Una de las testigos indicó que “nosotras como compañeras de Vanesa estamos preocupadas porque tenemos la certeza de que esto no fue un homicidio -al voleo-. Sabemos que fue algo planificado y sabemos que alguien estaba interesado en que esto sucediera. A Vanesa ya se la abandonó en el momento y ahora lo que se pide es Justicia, y hay otros responsables que no están ni siquiera imputados”. La mujer sostuvo que “un maestro no está preparado para arriesgar su vida cuando va a desempeñar su labor, y esto no debería ser así” pero “el Estado no nos protege”.
El próximo lunes 21 el tribunal dará a conocer su veredicto, que será televisado, y sobre el que hay una gran expectativa de parte de quienes conocían a la seño Vane y la comunidad docente en general.