Delincuentes se robaron un auto con un bebé adentro, frenaron y lo abandonaron en medio de la calle

Una familia vivió una angustiante situación, cuando fueron asaltados en la puerta de su casa para robarles el auto: los delincuentes, al escapar, se llevaron a una beba que iba atada en el asiento de seguridad del coche.

La secuencia tuvo lugar en Villa Luzuriaga. la noche del pasado martes, a las 22.30. Los gritos de la mujer recién asaltada alertaron a los delincuentes, que avanzaron un par de metros y abrieron la puerta para tirar al suelo la butaca con la beba antes de acelerar y escaparse con el coche.

Todo comenzó cuando la familia llegaba a su casa, en la esquina de Garibaldi y Alicante, a bordo de un Peugeot gris. Allí viajaba Lorena junto a sus tres hijos de 11 y 8 años y la beba, Briana, de 3 meses, que iba a bordo de una butaca atada al asiento.

En ese momento fueron abordados por cuatro delincuentes que iban a bordo de un coche. Tres de ellos se bajaron y los apuntaron con pistolas para que se bajen del Peugeot. La mujer accedió, y comenzó a bajar a sus hijos mayores. Pero los ladrones escaparon sin ver que todavía quedaba adentro la nena.

A partir de los gritos de la mujer, uno de los delincuentes vio que todavía estaba la beba. Frenaron el coche, abrió la puerta y tiró al suelo la butaca donde la chiquita todavía iba atada. El huevito donde iba enganchada evitó que se caiga al pavimento.

"Fue de terror, muy rápido, y solo recordarlo me estremece", cuenta Lorena en declaraciones a los medios. Le dura el miedo por la situación traumática. Según relata, se bajó del auto y venía ingresando a la casa. Un nene ya estaba abajo y la nena también estaba en camino, pero la bebé seguía adentro.

"El ladrón me dice 'dame el auto' y lo que quiero es que bajen a las dos nenas. Cuando una baja queda la bebé, salgo gritando y salen los vecinos a ayudar", comenta.

"Mis otros dos hijos ya estaban abajo y mi nene estaba entrando al gato. Yo sólo gritaba por mi bebita que había quedado en la parte trasera. El auto no me importaba, sólo quería que bajaran a la beba", aseguró.

Como la beba estaba tranquila y ni lloró, los ladrones tardaron un instante en darse cuenta que estaba arriba del coche. Al ver que iba a bordo, sacan al suelo al huevito, que se queda inclinado sobre el pavimento. Lorena corrió para evitar que la beba se caiga, mientras que los ladrones escapan a toda velocidad. "Me vuelve el alma al cuerpo cuando me la bajan", recuerda aliviada.

De acuerdo a su relato y el de sus vecinos, el barrio es inseguro y ese tipo de robos se repiten. "A un vecino ya le pasó, aparecen cada dos por tres".

Quien la pasó muy mal fue uno de sus hijos, de 8 años, a quien le apuntaron con el arma en la cara. "Yo quedé con miedo, no tengo ganas de pisar la calle. Tengo que tener varios ojos antes de salir de casa".

La denuncia del hecho fue radicada por las víctimas en la comisaría de Villa Luzuriaga y por el momento ni los delincuentes ni el auto fueron localizados.

La investigación judicial se encuentra a cargo del fiscal Carlos Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 12 de La Matanza.