Desalojaron de su mansión a los duques de Sussex
La mansión, situada en el territorio del castillo de Windsor, fue regalada a Enrique y Meghan con motivo de su boda por la difunta reina Isabel II.
La familia real británica ha exigido al príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle que desalojen su casa en el Reino Unido, según confirmó el portavoz de la pareja a distintos medios. “Podemos confirmar que el duque y la duquesa de Sussex han recibido la solicitud de desalojar su residencia en Frogmore Cottage”, dijo el vocero.
En 2018, la pareja renovó Frogmore Cottage gastando en las obras 2,4 millones de libras esterlinas (unos 3 millones de dólares) del dinero de los contribuyentes, que el príncipe Enrique posteriormente compensó por completo de su bolsillo.
Construida en el siglo XIX en el parque adyacente al castillo de Windsor, la fastuosa edificación se convirtió en la residencia oficial de Enrique y Meghan cuando se mudaron allí poco antes del nacimiento de su primer bebé, Archie.
Bajo protección policial especial y fuera del alcance de las cámaras de los periodistas, como todas las residencias de la realeza, la casa era el único lugar de la pareja que satisfacía sus necesidades de seguridad durante su estancia en el Reino Unido desde que fueron despojados de sus títulos honorarios. Ambos dejaron de tener membresía de alto nivel en la familia real a partir de enero de 2020, quedándose sin acceso a los servicios de resguardo.
El periodista británico Omid Scobie, especializado en la cobertura de lo relacionado con la familia real, reveló en su artículo para Yahoo!News que fue el rey Carlos III quien exigió el desalojo de su hijo menor con su esposa de Frogmore Cottage. La decisión habría sido tomada poco después de la publicación en enero de las memorias del príncipe Enrique, ‘Spare’, que, según rumores, dejó al monarca furioso.
Carlos III cambió la tradición: invitó a Harry a su coronación, pero lo apartó de la ceremonia
De acuerdo con las fuentes de Scobie, Carlos III decidió asignar la mansión a su hermano, príncipe Andrés, despojado de sus títulos reales tras las acusaciones de abusos sexuales de menores en medio del escándalo relacionado con Jeffrey Epstein.
Con el fin de su subvención anual de 249.000 libras esterlinas (300.000 dólares), el duque de York podría ya no permitirse más la estancia en la mansión Royal Lodge de 30 habitaciones, por la que paga 250 libras esterlinas (300 dólares) por semana y donde vive desde hace 19 años. Teniendo en cuenta los pagos por el mantenimiento de la residencia, situada en un terreno de 40 hectáreas, la suma anual se acerca a 400.000 libras esterlinas (480.000 dólares).
Una fuente de Scobie contó que al príncipe Andrés le dieron tiempo hasta otoño para abandonar Royal Lodge, pero “se está resistiendo”, y la semana pasada Carlos III le ofreció las llaves de Frogmore Cottage, indicando que tiene hasta agosto como plazo máximo para mudarse. Por lo tanto, Enrique y Meghan tendrían tiempo “hasta principios de verano para desalojar” la casa, es decir después de la ceremonia de coronación del nuevo monarca británico, a la que se desconoce si asistirán.
El príncipe Andrés todavía no habría dado su respuesta acerca de Frogmore Cottage, pero fuentes de Scobie comentaron que además de dejar perplejos a Enrique y Meghan, la noticia sobre su desalojo dejó “aterrados” a al menos dos miembros de la familia real.