Desórdenes alimenticios: se multiplicaron los casos en niños y adolescentes por la pandemia
En adolescentes, niñas y niños, la pandemia gatilló cuadros de desórdenes alimenticios que preocupan a los especialistas médicos, como la anorexia y el aumento del sobrepeso.
En Canadá, el doctor Mark Norris, del Children’s Hospital of Eastern Ontario, y su equipo constataron más demanda en emergencia. Se dispararon las solicitudes de consultas urgentes de padres durante los primeros meses de 2020. Hicieron un estudio para evaluar qué pasó.
El doctor Norris formó parte de un equipo que evaluó a 48 adolescentes a mediados de 2020 sobre sus experiencias con un trastorno alimentario. Cuando se les preguntó qué pensaban que activaba su enfermedad, el 40% de los niños culparon a los efectos de la pandemia. Durante los primeros seis meses de la pandemia en 2020, notamos que los pacientes se presentaban con pesos más bajos de lo que estaban acostumbrados a ver regularmente antes de la pandemia, y que esos pacientes se enfermaban muy rápido.
“Nuestros datos sugirieron que, además de un peso más bajo, los pacientes también reportaban niveles más altos de deterioro y era más probable que requirieran hospitalización por motivos médicos”, afirmó.
Norris y su equipo publicaron los resultados en Journal of Eating Disorders de BMC. Además, se encontró que también las consultas en otros hospitales pediátricos en Canadá y Estados Unidos encontraron un aumento similar de jóvenes evaluados y hospitalizados por trastornos alimenticios entre mayo y diciembre de 2020.
En la organización Epic Health Research Network, que produce registros médicos electrónicos de más de 100 millones de pacientes en EE.UU, se identificó un aumento del 25% en las admisiones por trastornos de la alimentación en 80 hospitales después del comienzo de la pandemia en marzo (2020) en comparación con las tendencias previas a la pandemia. El aumento fue aún más pronunciado cuando se analizan específicamente las niñas, principalmente anorexia y otros trastornos alimenticios.
En Estados Unidos, la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación, también informó que los llamados a la línea de ayuda aumentaron un 107% desde el comienzo de la pandemia de COVID-19″. Según los contactos de personas que revelaron su edad, la mayoría de las personas que buscaron ayuda en 2021 tenían entre 13 y 24 años.
Los trastornos alimenticios a menudo son desencadenados o exacerbados por el estrés. “En la Argentina -señaló Débora Setton, del comité de nutrición de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), hemos observado más cuadros de trastornos alimenticios en adolescentes y niños durante la pandemia. Principalmente, hay más casos de sobrepeso. El problema se debe a que en 2020 algunos niños y adolescentes empezaron a consumir más como picoteo entre las comidas y se aumentó el nivel de sedentarismo”.
En el Reino Unido,un informe del Grupo Parlamentario de Todos los Partidos sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria pidió que se actuara para romper el círculo vicioso del estigma y la falta de financiación de la investigación sobre los trastornos alimentarios.Colegas de Australia y el Reino Unido también han destacado la necesidad de una agenda de investigación conjunta sobre los trastornos alimentarios, para que coincida con la creciente demanda de servicios entre los jóvenes durante la pandemia, con una investigación clínica innovadora debidamente financiada.