Córdoba
Detuvieron a Fernando Albareda, acusado de asesinar a su madre en un caso con vínculos a la dictadura militar
Las conclusiones preliminares de la autopsia revelaron que Susana Montoya, de 74 años, murió por un traumatismo de cráneo y asfixia mecánica por estrangulamiento.
Fernando Albareda, de 53 años, fue arrestado este jueves e imputado por homicidio calificado en la investigación del asesinato de su madre, Susana Montoya. Albareda había afirmado repetidamente que tanto él como su familia estaban siendo amenazados por terceros debido a un dinero que esperaban recibir en relación con la desaparición del exsubcomisario de la Policía de Córdoba, Ricardo Fermín Albareda, durante la última dictadura militar argentina.
No obstante, el fiscal Juan Pablo Klinger presentó un "contundente conjunto de pruebas", que incluye la autopsia, registros telefónicos, imágenes de cámaras de seguridad y un informe tipográfico, los cuales pusieron en duda las supuestas amenazas denunciadas por Albareda.
Entre las pruebas, destaca un análisis del Área de Grafocrítica de la Policía Judicial, que sugirió similitudes entre los manuscritos encontrados en la escena del crimen y los grafismos de los anónimos vinculados a las amenazas denunciadas previamente por Albareda.
Las conclusiones preliminares de la autopsia revelaron que Susana Montoya, de 74 años, murió por un traumatismo de cráneo y asfixia mecánica por estrangulamiento. Montoya, viuda del exsubcomisario desaparecido y militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), fue asesinada en su casa de barrio Ampliación Poeta Lugones entre el jueves por la noche y el viernes por la mañana.
Albareda, militante de Hijos y funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, había afirmado haber encontrado a su madre muerta en el patio. La familia, sorprendida por la atención que recibió un pago millonario relacionado con la restitución del legajo del policía desaparecido, exigió que se investigue a todos los involucrados.
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El caso de la familia Albareda tiene un historial significativo, ya que la Policía reconoció la comisión de un delito de lesa humanidad en relación con la desaparición de Ricardo Fermín Albareda. La investigación ha revelado detalles inusuales, como la falta de signos de forcejeo en las entradas de la casa, lo que sugiere que Montoya pudo haber abierto la puerta a alguien conocido antes de ser atacada brutalmente.
Dentro de la vivienda no se encontraron objetos de valor faltantes, y se descubrió que el televisor, la radio y las persianas habían sido manipulados tras el homicidio. Finalmente, los atacantes habrían escapado por el patio tras cometer el asesinato.