Día de la Bandera: por qué se conmemora cada 20 de junio
Cómo se hizo la primera bandera y donde se izó por primera vez. Por qué tiene los colores celeste y blanco. Las cinco frases que dejó Manuel Belgrano.
Cada 20 de junio, en la Argentina, se celebra el Día de la Bandera en conmemoración del paso a la inmortalidad de su creador, Manuel Belgrano, quien murió a los 50 años, ese día, de 1820. Belgrano fue una figura destacada del ciclo histórico y político que se abrió con la Revolución de Mayo. Fue abogado, político, militar, propulsor de proyectos económicos.
La principal sede de las conmemoraciones es la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, lugar en el que la bandera se izó por primera vez, el 27 de febrero de 1812. Tras dos años sin actividades masivas por la pandemia del covid-19, en el Monumento a la Bandera habrá una fiesta popular, con espectáculos musicales que cerrará la cantante Soledad Pastorutti.
Precisamente, en 2020, al cumplirse simultáneamente 200 años de la muerte del creador de la bandera y 250 de su nacimiento -el 3 de junio de 1770, el gobierno nacional, por el Decreto 2/2020, había proclamado el “Año del General Manuel Belgrano”.
La primera bandera
La bandera celeste y blanca se enarboló por primera vez, durante las luchas por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en las Barrancas de las Ceibas, a orillas del río Paraná, junto a los soldados de las baterías Libertad e Independencia, que lideraba Manuel Belgrano, jefe militar del Ejército del Norte, destinado a resistir el avance realista desde el Alto Perú.
Esa primera bandera fue confeccionada a mano por María Catalina de Echeverría de Vidal, hermana de José Vicente de Echeverría, compañero de Belgrano en la misión al Paraguay. La primera versión tuvo solo dos franjas: una blanca por el lado del asta y otra celeste por fuera. El trabajo le demandó a María Catalina cinco días, en los que trabajó en colaboración con dos vecinas, cuyos nombres quedaron en el olvido.
La mujer además asistió a la ceremonia de jura, aunque no era común que las mujeres participaran en ceremonias militares.
El 20 de julio de 1816, luego de la Declaración de la Independencia, los diputados Juan José Paso y Esteban Agustín Gascón, solicitaron que se aprobara su uso oficial: una bandera celeste y blanca con tres franjas horizontales.
Dos años más tarde, en 1818, se le incorporó el llamado Sol de Mayo, un sol como distintivo de reminiscencia incaica en el centro de la franja blanca. Es nuestra bandera oficial, pero estaba reservada a los edificios públicos y al Ejército. Hasta que en 1985, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, se dictó la Ley 23.208 que estableció que solo existe una bandera para todos los argentinos y las argentinas, de manera tal que cualquier particular o empresa privada pudiera flamearla, como ocurre actualmente.
En cuanto a la fecha del 20 de junio como Día de la Bandera, la misma se instituyó por decreto en 1938, por el entonces presidente de la Nación, Roberto Marcelino Ortiz.
Por qué es celeste y blanca
Hay varias teorías al respecto. Algunas tienen elementos en común e inclusive son complementarios. Por un lado, están quienes sostienen que la bandera argentina lleva los colores de los Borbones, reyes de España. Al asumir en el siglo XVIII la dinastía de los Borbones, comenzaron a usar el azul y el blanco de la Casa Real.
Otros, en cambio, indican que el celeste y blanco es por los colores del manto de la Virgen, que a su vez, se asocia a los colores de los Borbones.
En 1807, en Buenos Aires, se formó el “partido carlotista”, con el proyecto político de crear en el Virreinato una monarquía independiente, donde la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII, estuviera al frente. En ese proyecto estaba Belgrano, Saturnino Rodríguez Peña, Antonio Beruti, Hipólito Vieytes y Juan José Castelli, entre otros, que aspiran a tener un gobierno nacional, una monarquía constitucional. Y así como el blanco-celeste fue el color de los partidarios del rey Carlos IV de Borbón, sucesivamente lo fue también de la infanta Carlota Joaquina, residente en esa época en Río de Janeiro.
5 frases de Manuel Belgrano para recordarlo
Belgrano es uno de los Padres de la Patria para los argentinos, aunque haya dicho que se conformaba con ser “un hijo de ella”.
Dejó un sinfín de reflexiones que siguen vigentes después de dos siglos. Aquí, alguna de ellas:
El hombre, por su naturaleza, aspira a lo mejor, y, por consiguiente, desea tener comodidades y no se conforma solo con comer.
Método, no desorden; disciplina, no caos; constancia, no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia.
Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza.
Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y solo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido.
Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención