Día de la Toma de Conciencia Mundial del Autismo
La consulta temprana puede impedir que se cristalicen las dificultades y permitir que el niño o niña tenga un mejor pronóstico y una rápida inclusión en el mundo.
Hoy es el día de la toma de conciencia mundial del autismo. Si nuestro niño está aislado, no soporta los cambios, tiene movimientos cómo hamacándose, agita las manos, repite las palabras, cuando habla se refiere a sí mismo como tú o él en vez de yo, no habla, se golpea la cabeza o pega sin motivo, consultemos. No nos reduzcamos a si es una enfermedad orgánica o un problema de funcionamiento mental.
En el autismo precoz, el enfoque no está delimitado a una función sino al conjunto de distintos sectores de la vida (psíquico, emocional, cognitivo, social, etcétera) que necesita un enfoque multidimensional, no solamente reeducativo/pedagógico sino también terapéutico.
En todos estos años, hemos comprendido la necesidad de la consulta temprana. Cuando en la familia -ya sea la madre, el padre, un familiar, el pediatra, o bien, el jardín de infantes o la escuela- sospechan que hay alguna dificultad en el desarrollo del niño, la atención temprana y adecuada va a permitir un mejor pronóstico.
Es un proceso que llevará su tiempo y no podremos precisar su duración. Importa que el niño sea atendido y, cuánto más rápido se intervenga, mejor va a ser su pronóstico.
Hay cuadros que pueden presentarse como autismo, pero hay que diferenciarlos de casos de pérdidas, separaciones, duelos familiares, carencias precoces, intenso dolor, pero que se distinguen rápidamente porque el niño toma contacto rápido con las herramientas que le ofrecemos como terapeutas, a diferencia del autismo que rechaza el contacto.
Prestemos atención si un bebé sonríe a partir de los tres meses o antes, si tiene contacto visual, si es un bebé demasiado tranquilo o muy irritable, si presenta insomnio tranquilo (o sea que no pide que lo atiendan) o insomnio agitado, si a los seis meses, por ejemplo, no extiende los brazos para que lo alcen.
Día mundial de la concientización del autismo
Cuando no le interesa llamar la atención del adulto, señalar algún objeto o tener interés por lo que uno le muestra, es motivo para estar alerta. En cambio, no lo es si ve pasar algo que no puede tomar y no se lo pueden dar/alcanzar -como un pájaro o un avión, por ejemplo-, y lo señala, como si quisiera darle también un nombre, saber de qué se trata. O si señala lo que quiere.
Otros signos de posible autismo son no amoldarse al cuerpo de la persona que lo toma en brazos. No sumarse a “jugar a tomar el té”, no esconderse para que lo busquen, no balbucear, no hablar. También puede usar lenguaje neutro, como en los dibujos animados. Como dijimos anteriormente, nombrarse como tú o él en vez de hacerlo como yo.
La consulta temprana puede impedir que se cristalicen las dificultades y permitir que el niño/a tenga un mejor pronóstico y una rápida inclusión en el mundo.