Día Mundial del Cáncer de Mama: el control anual es el punto de partida para salvar vidas
En el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, la doctora especialista en Diagnóstico por Imágenes, Mercedes Sañudo (M.P. 5251), conversó sobre los estudios que toda mujer debe hacerse a partir de los 40 años para detectar la enfermedad. La mamografía es el estudio básico.
Mónica Ritacca
Octubre es un mes especial para las mujeres. Es el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, enfermedad que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) produce 458.000 muertes por año en todo el mundo.
Mercedes Sañudo (M.P. 5251), médica especialista en Diagnóstico por Imágenes, habló con El Litoral sobre los estudios que toda mujer debe hacerse a partir de los 40 años con el principal objetivo de detectar el cáncer de mama. Un diagnosticado a tiempo tiene mejor pronóstico.
“Al cáncer de mama no se lo puede prevenir. El factor de riesgo más importante es ser mujer. Sí se puede diagnosticar en forma precoz. ¿Cómo?, con un estudio sencillo que dura minutos: la mamografía”, manifestó Mercedes Sañudo, de Diagnóstico por Imágenes.
A lo largo de los años, las mujeres han ido tomando conciencia de la importancia de la mamografía. Ello, junto con aparatos cada vez más modernos, permitió que la tasa de mortalidad por cáncer de mama descienda un 40 %. Pero todavía hay mucho por hacer.
Los 40, una edad clave
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos de cáncer de mama. Eso significa que una de cada ocho mujeres tiene posibilidad de padecerlo a lo largo de su vida.
La clave para un diagnóstico temprano, que lleva a un aumento de la sobrevida, es la realización anual de una mamografía, siendo muy importante que ésta sea realizada con equipos de tecnología avanzada y por personal entrenado. Además, es fundamental el autoexamen mamario una vez por mes y posteriormente al ciclo menstrual.
“A los 35 años se sugiere que toda mujer se haga una mamografía de base. Y sí o sí a partir de los 40, una por año. Si tiene mamas densas, es decir con mucho tejido mamario, deberá hacerse además una ecografía, lo que será indicado por su médico ginecológico”, explicó la doctora Sañudo. Y remarcó: “El estudio de base es la mamografía. Luego, de acuerdo al resultado, se pueden pedir estudios complementarios como son la ecografía, la tomosintesis, técnicas mamográficas complementarias o la resonancia mamaria”. Se evaluarán todos los resultados en conjunto y se definirá un control anual, semestral o una biopsia.
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¿Y si tengo implantes?
Los implantes o prótesis no generan inconvenientes para realizar todos estos estudios. Sí lo son el uso de desodorantes, cremas y talcos. “Si quedan restos en la piel, en la mamografía salen puntos blancos que pueden llegar a confundirse con microcalcificaciones, lo que no es bueno porque es con ellas que suele manifestarse el cáncer de mama”, señaló la especialista en Diagnóstico por Imágenes.
La elección de un buen lugar a la hora de realizar los estudios es fundamental. Se debe buscar un centro con aparatos de última tecnología y que tenga personal entrenado.
Recordá siempre que el objetivo primerísimo de la mamografía es detectar el cáncer de mama antes de que sea clínico. La idea es diagnosticarlo de manera temprana y no cuando palpes un bulto en el pecho. Si tenés 40 años hacete la mamografía de base y si sos menor una ecografía mamaria. Si ya tenés más de 40, recordá que todos los años tenés que hacerte este estudio. ¿Por qué?, porque sos mujer y ese es el principal factor de riesgo del cáncer de mama.
Saber es prevenir
El Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, que se conmemora en todo el mundo el 19 de octubre, tiene como principal objetivo contribuir al aumento de la atención y el apoyo a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.
¿Cómo realizar un autoexamen mamario?
1- Con los brazos abajo, observá si alguna de tus mamas está deformada, si hay cambio de color o si el pezón está desviado o hundido.
2- Colocá las manos en las caderas y presioná firmemente. Luego inclinate hacia adelante y volvé a fijarte si alguna de tus mamas está deformada, si hay cambio de color o si el pezón está desviado o hundido.
3- Luego observá lo mismo pero con los brazos extendidos hacia arriba.
4- De pie, con una mano detrás de la cabeza, explorá toda la mama con movimientos circulares, empezando por la axila hasta terminar en el pezón.
5- Efectuá todas las maniobras anteriores pero ahora acostada y con una almohada bajo tu espalda.
6- Terminá la exploración apretando el pezón y observando si hay salida de líquido anormal.