“Duró nueve horas y tuve dos paros cardíacos”: Soledad Aquino sobre su trasplante
El año que acaba de terminar no fue nada fácil para Soledad Aquino. A fines de marzo, tras presentar una hemorragia estomacal quedó internada en el Sanatorio Trinidad de Palermo, donde le diagnosticaron una cirrosis hepática y una úlcera de duodeno por la que entró en lista de espera del INCUCAI, ya que necesitaba un trasplante de hígado.
Para colmo, mientras esperaba internada la llegada del órgano contrajo Covid-19 y su cuadro se vio complicado. Pero finalmente, el 10 de junio se sometió a una compleja intervención para volver a recuperar la vida que tenía. “La operación duró nueve horas y tuve dos paros cardíacos”, reveló en un entrevista con la revista Hola.
“Así estuve yo, carajo, luchando entre la vida y la muerte. Mis hijas me contaron que los médicos decían que lo mío era un milagro. Y yo pienso que realmente tenía muchas ganas de vivir. De esta terrible experiencia descubrí que el cariño de la gente, de todos los que te quieren, es lo que te empuja a seguir resistiendo, porque hay un momento dado que sólo se trata de resistir. Ya no podés más y sólo está en vos seguir aguantando un poco más. A los médicos les decía: ‘Por favor, cuídenme que no me quiero ir’, porque yo adentro mío tenía una fuerza interior gigante, tenía muchas ganas de vivir”, recordó.
Sus problemas de salud no terminaron con el trasplante, ya que tuvo que volver a ser operada y al permanecer tanto tiempo acostada en una camilla, también tuvo que hacer un tratamiento de rehabilitación para volver a ganar la masa muscular que había perdido. “No podía comer sola, ni lavarme los dientes o agarrar el celular. Y cuento esto porque cuando pasás mucho tiempo en la habitación de un hospital, necesitás hablar con tu gente, conectarte con tu mundo… y cuando no podés siquiera manejar el teléfono te dan ganas de llorar. Estuve realmente muerta. Era un ente. Mi cabeza estaba a full, todo el día maquinando: sentía que estaba atrapada en una situación de la que no iba a salir más”, relató la mujer de 59 años, que hace varias semanas se encuentra en su hogar.
Además, Soledad destacó el amor y la contención que le brindaron sus hijas, a quienes define como “seres de luz”. Y también habló de su exmarido, quien la acompañó en todo momento. “Marcelo es un amor. Así como muchos ven el personaje de Marcelo Tinelli, yo siempre lo voy a ver como el hombre de Bolívar del que me enamoré cuando era muy chica. Me acuerdo de cuando teníamos juntos un auto al que le andaba mal el motor y siempre teníamos que empujarlo entre los dos. Esa persona es la que admiro y respeto, el hombre con quien me casé ante Dios. Juramos cuidarnos en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separara y si bien no estamos juntos, nos seguimos cuidando… Ya no sentimos ese amor marital, pero sí un amor de padres de nuestras hijas”, manifestó.