El chavismo desplazó a Juan Guaidó
CARACAS.- Una batalla entre diputados y militares se libra en estos momentos en las afueras de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela.
Juan Guaidó al frente de 40 parlamentarios ha forcejeado durante cinco horas para acceder a un hemiciclo en el que chavismo ha impuesto de forma ilegal a un falso presidente, Luis Parra, diputado expulsado de Acción Democrático (AD) e investigado por recibir sobornos de millonarios boliburgueses.
“A esta hora Venezuela no tiene Parlamento instalado, no hubo votación. Los diputados continuamos retenidos después de cuatro piquetes (barreras conformadas por militares y policías). Tratan de incumplir, no tienen el quórum reglamentario necesario”, denunció al mundo Guaidó, respaldado por los diputados en un momento de respiro.
A la fuerza bruta y de forma ilegal, el chavismo ha impuesto a un falso presidente al frente de la Asamblea Nacional (AN). Un golpe parlamentario con el que Nicolás Maduro pretende conquistar de forma inconstitucional el único poder público que no está en manos de la revolución bolivariana.
Entre gritos de la bancada chavista emergió Luis Parra, quien se autoproclamó presidente de la AN pese a que no había iniciado la sesión y cuando ni siquiera había el quórum necesario en la Cámara
Cincuenta diputados chavistas y 12 parlamentarios “traidores”(convencidos por los supuestos sobornos recibidos de millonarios boliburgueses) se han aliado para aprovechar la ausencia forzada de los opositores. Entre gritos de la bancada chavista emergió Luis Parra, quien se autoproclamó presidente de la AN pese a que no había iniciado la sesión y cuando ni siquiera había el quórum necesario en la Cámara. “Queremos abrir las puertas al futuro”, entonó el político con un megáfono, hasta que uno de los jefes de la bancada chavista encendió los altavoces.
La pieza teatral bolivariana fue recogida por los medios públicos, que ya han dado por hecha la designación de Parra.
Sobornos
Parra y Noriega fueron expulsados el mes pasado de los partidos opositores Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP), respectivamente, después de que fueran involucrados en la “Operación Alacrán”, una supuesta trama de sobornos a legisladores antichavistas con el objeto de impedir la reelección de Guaidó.
Esa denuncia, realizada por primera vez en noviembre por el diputado de PJ José Guerra, involucró a al menos nueve diputados, señalados días después por el diario digital Armando Info de haber hecho gestiones ante gobiernos extranjeros a favor de empresarios sancionados por Estados Unidos por tener negocios con el gobierno del presidente chavista Nicolás Maduro.
En el caso de Duarte, que no había sido alcanzado por esas denuncias, su partido, el tradicional Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), decidió hoy mismo someterlo a su tribunal disciplinario por haber “desacatado” la decisión partidaria de sostener la reelección de Guaidó, informó el diario digital Punto de Corte.