El DJ Kiko Rivera sufrió un ictus: qué es, cuáles pueden ser las causas en personas jóvenes y cómo detectarlo
Kiko Rivera, de 38 años, ha sufrido un ictus. Los accidentes cerebrovasculares cada vez son más comunes en gente joven. Las causas más habituales son el colesterol, la diabetes, la hipertensión y la obesidad debido a malos hábitos de vida.
Kiko Rivera se encuentra ingresado en el Hospital Virgen del Rocío en Sevilla desde la madrugada de este viernes, según han revelado medios españoles. El hijo de Isabel Pantoja habría sufrido un ictus y se encuentra bajo supervisión médica. El DJ sufre gota y diabetes crónica, este último trastorno es un factor de riesgo de ictus.
¿Qué es?
El ictus es un accidente cerebrovascular en el que se produce una alteración de la circulación sanguínea en una o varias zonas del cerebro.
El más común es el ictus de tipo isquémico y se produce cuando una arteria cerebral queda obstruida por culpa de un coágulo. Los síntomas que provoca el ictus vienen determinados por la zona del cerebro en la que se ve reducida o interrumpida el riego. El ictus hemorrágico es menos común y se produce por la rotura de un vaso sanguíneo. Las cifras muestran que estos eventos cerebrovasculares son cada vez más habituales en jóvenes.
Las causas de ictus en gente joven
Un 80-90% de los ictus se deben a factores de riesgo que pueden controlarse. En el caso de gente joven, el colesterol, la hipertensión, la diabetes y la obesidad son las principales causas tanto de infartos como de ictus debido a malos hábitos de vida como una dieta rica en grasas y azúcares o el sedentarismo.
- Diabetes
Unos niveles altos de glucosa en sangre actúan como un auténtico tóxico que acelera el proceso de envejecimiento vascular, lo que afecta a todos los vasos sanguíneos del organismo, incluidos los del cerebro.
Las personas que tienen diabetes como Kiko Rivera deben controlar su glucosa al máximo porque su riesgo de ictus es mayor.
La diabetes tipo 2 se debe básicamente a una alimentación rica en azúcares y grasas, y a la falta de ejercicio. Además, las personas que padecen diabetes suelen tener la tensión y el colesterol altos y su riesgo de arteriosclerosis es mayor, lo que dispara aún más las probabilidades de sufrir todo tipo de cardiopatías.
- Colesterol
Unos niveles elevados de colesterol LDL en sangre –combinados con la tensión arterial alta, el tabaquismo, el sobrepeso o la obesidad– favorecen la acumulación de placa de ateroma y aumenta el riesgo de rotura.
La aterosclerosis es una enfermedad de largo recorrido. En realidad, es un proceso natural del envejecimiento de nuestras arterias. Desde la infancia se empiezan a acumular grasas como el colesterol y otras sustancias como el calcio en las paredes de las arterias.
En la adolescencia, estas lesiones pueden aumentar con la acumulación de lípidos, dando lugar a pequeñas placas fibrosas. En los años siguientes, estas placas crecerían y se agrandarían, pudiendo sufrir roturas y trombosis, que serían las desencadenantes de los eventos agudos, como el ictus.
- Hipertensión
La presión arterial elevada incrementa hasta 5 veces las probabilidades de sufrir un ictus. Si se controlara este factor se reduciría hasta casi la mitad las muertes por ictus.
La presión arterial elevada de forma crónica debilita los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de que se rompan y se produzca un ictus hemorrágico.
La hipertensión favorece también la arterioscleroris (las arterias se estrechan y endurecen), con lo que aumentan las posibilidades de que un coágulo las obstruya y provoque un ictus isquémico.
- Obesidad
La obesidad es un factor de riesgo de ictus, y si los kilos se acumulan en el abdomen todavía es más peligroso.
Un estudio de la Clínica Mayo (EE. UU.) revela que la grasa que se deposita alrededor de las vísceras tiene unas características metabólicas diferentes a las del resto del cuerpo que la convierten en más dañina.
Hace que suba el colesterol malo y baje el bueno, aumenta la presión arterial, y afecta al metabolismo del azúcar favoreciendo la diabetes. Todo ello dispara el riesgo de infarto tanto cardiaco como cerebral.
Cómo saber si alguien está sufriendo un ictus
En el ictus es muy importante detectar los síntomas cuanto antes y acudir a urgencias para restablecer lo antes posible el correcto riego sanguíneo en el cerebro. Los síntomas que avisan de que una persona puede estar sufriendo un ictus son:
- La boca del afectado se tuerce, y un lado queda hacia abajo. La parálisis facial, sobre todo en una de las mitades de la cara, es habitual.
- Un brazo y/o una pierna pierden fuerza. Si la persona no puede levantar un brazo o una vez en alto se cae en menos de 10 segundos es una señal de alarma. También puede notarse pérdida de fuerza y entumecimiento (sentir la piel como acorchada).
- Dificultades para hablar. El afectado puede confundir las palabras, no recordar algunas, tener dificultades para expresarse o no entender lo que le dices.
- Problemas de visión. Si ve borroso con alguno de los dos ojos, es una señal de alarma. El afectado, incluso, puede perder la visión mientras se produce el ictus.
- Confusión y desorientación. Es otra señal típica del accidente cerebrovascular. El afectado puede sentir confusión, pérdida de memoria, desorientación, mareos o vértigos.
- Dolor de cabeza. Es uno de los signos más alarmantes de este tipo de ataques, y los pacientes que lo han sufrido lo suelen describir como un dolor de cabeza intensísimo, que no han experimentado nunca antes.
Secuelas que puede dejar un ictus
Las personas que han sufrido un ictus pueden sufrir secuelas físicas, cognitivas y psicológicas:
- A nivel físico pueden padecer déficits motores, alteraciones del lenguaje, incontinencia urinaria o alteraciones sensitivas. También pueden aparecer alteraciones visuales o dificultad para tragar.
- A nivel cognitivo la persona puede mostrar déficits de atención o pérdida de memoria.
- A nivel psicológico, una de cada tres pacientes que han tenido un ictus sufre depresión.
- Una correcta rehabilitación reduce la intensidad de las secuelas.