Barrio Los Hornos
El drama de una familia santafesina que vive jaqueada por ladrones
Esta semana le sustrajeron un caño de gas. A mediados del mes pasado, el hogar sufrió tres robos en 24 horas.
"Hace dos semanas tuvimos que sacar todo lo de valor del patio y lo pusimos en el living: la cortadora de pasto, el secarropas, la parrilla y otras muchas cosas. No nos queda otra. Todavía estamos así. No es forma de vivir", se lamenta María, una vecina de barrio Los Hornos cuya familia no tiene paz. Su hogar ha sufrido varios ataques de ladrones. El último ocurrió este miércoles, cuando un delincuente le robó un caño de bronce de la instalación de gas. "Pudo ser una tragedia. Nos dimos cuenta de que algo había pasado porque se cortó el servicio. Afuera el olor era terrible. Después nos enteramos de que le habían hecho lo mismo al menos a cuatro casas de la cuadra. Se ve que el tipo se cortó porque había un reguero de sangre en las veredas", contó.
La mujer aseguró que el barrio no siempre sufrió tanto por la inseguridad. "Antes había algún que otro asalto esporádico, pero desde hace unos meses la cosa empeoró mucho".
María y su familia viven en Pasaje Sastre al 3400, frente a la plaza Islas Malvinas. El golpe más duro que sufrieron fue "múltiple" y ocurrió a mediados del mes pasado.
"El domingo 14 de enero volví a casa luego de una reunión, cerca de las 2 de la madrugada. Venía tormenta y antes de acostarme puse las bicicletas y el tendedero con ropa bajo techo, en el patio interno. Esa mañana, cuando me desperté, las bicis ya no estaban. Las sacaron por una vivienda lindera que es en realidad una obra en construcción", recordó la vecina.
Ese mismo día, cuando todavía la familia no salía de la sorpresa y la indignación, los ladrones volvieron a escena. "Mi madre había quedado sola por unas horas. Era el mediodía y ella acomodaba algunas cosas afuera. Entró a la casa por diez minutos para comer y cuando salió para atar la bicicleta que no se habían llevado quedó atónita. Alguien se la había robado en ese lapso de tiempo. En pleno mediodía y con ella en el lugar. Eso nos aterró", enfatizó María.
Los delincuentes dijeron "no hay dos sin tres" y, con total descaro, regresaron la madrugada del día siguiente. "Entonces se llevaron herramientas del albañil que hacía reparaciones, cerámicos, juegos de mesa, una escalera, más de una decena de sillas plásticas… saquearon todo", puntualizó.
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A mediados del año pasado, la familia "perdió" a uno de sus integrantes, un perrito llamado Jacinto. "Él nos siguió cuando fuimos a comprar algo al almacén y un automovilista lo agarró y se lo llevó. Hicimos ruido en redes sociales y pusimos fotos. Una vecina nos contactó para decirnos donde estaba, en un domicilio de Peñaloza y Derqui. Allí lo encontramos y nos lo trajimos. Al día siguiente desapareció de nuestro patio y ya no volvió a aparecer".
La vecina se quejó también porque la plaza es una "boca de lobo". "Sólo hay dos faroles que andan. No podés pasar caminando de noche por ahí. Cualquier persona con un poco de sentido común la evita. Se ve de todo. Corre el alcohol y la droga. Es muy raro ver que policías patrullen por acá y no sé si tampoco es la solución, porque a los delincuentes no les importa nada", señaló.
Asalto
Para graficar la inseguridad en la que viven los vecinos de la zona, María contó que este viernes por la mañana, cerca de las 7, una peluquera fue asaltada cerca de su local, en inmediaciones del cruce de pasaje Marsengo y calle Llerena.
Una pareja abordó a la víctima y la amenazó con un cuchillo. El violento robo fue registrado por una cámara de seguridad. Los ladrones le quitaron a la mujer y escaparon corriendo. Mientras ocurría el hecho, un motociclista que pasaba vio algo raro y preguntó si estaba todo bien, pero la peluquera no pudo pedir ayuda ante el temor de ser apuñalada.